A la hora de crear personajes literarios, son muchas las preguntas que un autor debe hacerse.
Es necesario conocer cómo son por dento esos personajes, pero también por fuera: cómo visten, el color de ojos, altura, complexión…
Después habrá que decidir qué papel juegan en la historia (será un héroe, un antihéroe, un ayudante gracioso, una compañera sentimental…)
Más tarde necesitarás saber cuánta importancia van a tener en el desarrollo de la trama: personaje protagonista, principal, circunstancial…
¡UF! ¡Qué de trabajo dan los personajes! 🙂
Pero hay algo que, tal vez, no hayas tenido en cuenta. Vamos a ver:
- Si eres mujer ¿sabes hacer un personaje masculino?
- Si eres hombre ¿sabes hacer un personaje femenino?
Dejando aparte la igualdad social entre hombres y mujeres, es evidente que hay diferencias entre la forma de pensar, sentir y actuar entre personas del género masculino y femenino.
Por eso, el autor literario
corre el riesgo de masculinizar o feminizar a los personajes según su propio sexo
Y para que eso no te ocurra, quiero mostrarte algunos consejos para tener en cuenta a la hora de diseñar tus personajes.
Recalco que hablo de personajes literarios, no de hombres o de mujeres. Así que…
Ideas preliminares… ya sabemos lo importantes que son los preliminares 😉
Por un tema de su funcionalidad dentro de la historia, no es lo mismo un personaje masculino que uno femenino.
Aparte de las razones obvias, narrativamente hablando encontramos dos motivos fundamentales:
Por la imagen arquetípica y cultural:
Se espera, de forma arquetípica, que el hombre sea el fuerte y la mujer la débil.
Por supuesto esto no es así, pero en nuestro inconsciente colectivo continúa siendo un poderoso anclaje.
Lo puedes utilizar a favor o en contra:
- Lo usarás a favor si contravienes esta imagen cultural e inviertes ciertos papeles: haz fuerte a la hembra y débil al macho.
- Lo tendrás en contra si conviertes esto en un estereotipo: si el hombre siempre es el fuerte y la mujer siempre la débil.
Pero no te dejes cegar por si esto te convierte en convencional, popular o impopular y
diseña a tus personajes según la necesidad de la historia
Si necesitas que una mujer sea débil y un hombre sea fuerte para el buen funcionamiento de la trama, que esto no te frene por si es políticamente correcto o no lo es.
La historia siempre es lo primero. De verdad, no se trata de machismo o feminismo.
Se trata de conceptos culturales y funcionales dentro de una trama narrativa.
El concepto biológico:
Siguiendo un poco en la línea del punto anterior, me refiero a la distinta funcionalidad natural del cuerpo y la mente de un MACHO y el de una HEMBRA.
Aparte de la obviedad de poder engendrar hijos, como en toda especie animal se dan unas diferencias biológicas respecto a este hecho.
- El macho, por lo general, tiene más masa muscular, más capacidad pulmonar, genera más adrenalina y aspectos semejantes.
- La hembra es más flexible y está más preparada para el camuflaje y la huida que no para el enfrentamiento.
- La voz del macho es grave y autoritaria, para intimidar a otros rivales.
- La de la hembra es aguda y un grito de auxilio puede ser escuchado a mucha distancia.
Por todo esto y algunos otros factores,
el cerebro del hombre tiene una configuración diferente al de la mujer
No tiene nada que ver con la inteligencia, pero sí que afecta, y mucho, al comportamiento y la emocionalidad.
Todo hombre tiene un lado femenino más o menos desarrollado y toda mujer un lado masculino, más o menos evidente.
Pero el verdadero error reside en:
- Si eres una autora feminizar a tus personajes masculinos
- Si eres un autor masculinizar a tus personajes femeninos
Es decir: debes conocer cómo piensa, actúa, razona y siente el sexo contrario al tuyo.
¿Has escuchado alguna vez eso de que los hombres y las mujeres están condenados a no comprenderse? Pues si eres escritor o escritora, quítatelo de la cabeza porque necesitas conocer estas diferencias.
Comienza por observar.
Observa mucho a tu sexo opuesto.
Ten en cuenta estas diferencias y apunta estos consejos a la hora de diseñar personajes de otro género:
Cómo crear personajes masculinos
Los hombres actúan de manera directa y espontánea. La acción les define.
Cuando deben ser resolutivos no suelen pensar ni meditar mucho sus acciones, ni antes ni después de tomarlas.
En cambio razonan pros y contras de todo, en cuanto tienen ocasión de pensar y anticiparse a los acontecimientos.
Planifican y actúan basándose en la razón: acumulan datos concretos, cifras y estadísticas, analizan y deciden en consecuencia.
Dan mucha importancia a lo visual, necesitan sentirse halagados respecto a su fuerza, velocidad y condición física en general.
Tienen una mejor percepción que ellas de su propio cuerpo y sus capacidades.
Buscan estabilidad y comodidad en su vida antes que estatus social.
Los hombres con rasgos femeninos acentuados —que no afeminados u homosexuales, no hay que confundir la tendencia sexual con el desarrollo de la parte emotiva—, tienden a ser más emocionales: guiarse por sus instintos, dejar que les influyan sus pasiones y sentimientos y, en general, cuanto más tengan ese lado desarrollado, más tenderán a dar importancia a esa parte de sí mismos.
De esta forma, un hombre con pocos rasgos femeninos será un hombre con una emocionalidad baja. Y al contrario.
Por tanto, cuantas más emociones demuestre un personaje hombre, por coherencia de ese personaje, deberás atenuar otros rasgos que potencien su masculinidad…
o usar esto a tu favor y hacer que ese personaje exagere artificialmente su masculinidad para compensar su lado emocional
En cualquier caso, todos los hombres sienten emociones —a no ser que sean psicópatas—, así que por muy masculino que sea tu personaje, deberás mostrar en ciertos momentos sus emociones.
Pero cuando actúe un personaje hombre, ten en cuenta que estará guiado por su lado racional más que por el emocional.
Cuando un caracter masculino no tenga más remedio que ser resolutivo y actuar de forma instintiva, se decantará por luchar, huir o camuflarse según la proporción de componentes masculinos o femeninos que dominen en él.
Esto vale para todas las situaciones, no sólo las de peligro físico: en su comportamiento cotidiano será más agresivo, asertivo, conciliador o huidor de conflictos según su naturaleza.
Cómo crear personajes femeninos
Por el contrario, las mujeres se dejan guiar más por su lado emocional y después tienden a racionalizar su conducta.
Es decir, cuando realicen un acto impulsivo, justificarán su acción analizando la parte positiva de su decisión.
Cuando tienen ocasión de planificar, se dejan influir por sus impulsos emocionales y después validan la decisión apoyándose en datos concretos y buscando opinión objetiva.
Y si esa visión objetiva contradice su decisión, se sentirán ofendidas o decepcionadas.
Tienden más a ser personas que dan importancia a los valores personales, las cualidades, virtudes y fortalezas interiores que a las condiciones físicas y el aspecto visual.
Necesitan sentirse queridas, confortadas y respetadas.
Se inclinan por la búsqueda de estatus más que por la comodidad: tienen necesidades relacionadas con la protección, la seguridad y la preservación de esa estabilidad.
Una mujer con el lado masculino desarrollado, dará más importancia al razonamiento que a la justificación racionalizada de sus acciones.
Por descontado que todas las mujeres razonan, igual que todos los hombres sienten, por tanto deberá tener esta capacidad desarrollada en igual medida que lo esté su lado masculino, disminuyendo sus otros rasgos relacionados con la feminidad.
Otro rasgo distintivo de la mujer, como ya has visto, es su instinto de protección.
En ellas están más desarrolladas las capacidades de huida y paralización —camuflaje— en situaciones de peligro, que las de lucha y agresión.
Por tanto, en situaciones cotidianas prevalecerá esta condición.
Se sentirán más inclinadas a mediar o rehuir conflictos que a enfrentarse a ellos.
Por eso las mujeres escuchan, asienten y apoyan en más ocasiones que los hombres, propensos a ofrecer consejo aun si nadie se lo ha solicitado.
Todo esto no te quita ni te da libertad a la hora de construir personajes.
Son sólo rasgos que debes tener en cuenta a la hora de definir sus acciones.
Como autor literario tienes la obligación y la necesidad de conocer los procesos mentales y conductivos de hombres y mujeres.
No es que estos vayan a determinar sus acciones o condicionar sus decisiones.
Pero desde luego, va a condicionarte a ti, como escritor, el no poder describir cómo su proceso interior les lleva a tomar unas decisiones en lugar de otras, o justificar con coherencia cómo las llegan a tomar.
Por tanto, asume las diferencias entre hombres y mujeres.
Que las hay, por mucho que intereses en uno u otro sentido —léase culturales, mediáticos, políticos, sociales o intelectuales— intenten defender lo contrario.
Esa diferencia es positiva. ¿Te imaginas un mundo sin estas diferencias entre el sexo masculino y femenino? Yo no.
Y además, sería tan aburrido… ¿no crees? 🙂
Muchísimas gracias!
Tu artículo es extremadamente interesante, en este momento me encuentro escribiendo una novela de fantasía y me preguntaba cuál es la mejor forma de no esteriotipar a mis personajes masculinos, no quiero hacer el típico príncipe azul que solo le gusta a las mujeres sino que quiero lograr personajes que sean queridos por todos mis lectores.
Muchísimas gracias por los tips, los tendré muy en cuenta en el desarrollo de mi historia 😉 ya lo dejé en mis marcadores.
Hola, Pao, gracias por leer y comentar. Me alegro de que el post te haya sido útil. Considera también crear personajes que no sean queridos por los lectores 😉 Le da bastante juego a la historia y, por contraste, ayuda a que se identifiquen mejor con los personajes a nivel emocional. ¡Un saludo!
Hola amigo, recién encontré tu pos, estoy escribiendo algo y me interese por el dato, puesto que estoy relatando sobre una mujer, a pesar que soy hombre, me dio curiosidad por saber mas, en caso de relatar a una madre obviamente preocupada por sus hijos, aunque ella se encuentra lejos de ellos. el asunto es que a un amigo le di a leer una parte y me dijo que pensaba la narrativa la estaba dando un hombre, creo que si necesito definir bien al personaje para no crear esa confusión, agradecería mas datos. Saludos y espero aun estés activo en tu web.
¡Hola Alejandro!
Por fin me detengo un rato para leer detalladamente un artículo tuyo, bueno en realidad sí los leo, pero tiendo a no comentar.
En fin, soy de esas chicas que tienen tiempo sin escribir y eso me ha retrasado.
Aunque me ha gustado bastante éste, tengo todavía algunas dudas:
¿Cómo es eso de exagerar artificialmente la masculinidad del personaje?
Y otra cosa, ¿Estas diferencias se conservan desde la niñez a la vejez?
Una última cosa es que además de masculinizarlas o afeminarlos, no distingo su edad de madurez, es decir; tengo por entendido que un adolescente en situación de riesgo se guía más rápidamente por sus emociones; pero el adulto antes de lanzarse, mínimo piensa qué tiene que hacer.
Un niño no actúa como un adulto, un adulto no actúa como un mayor de edad.
Y sé que las diferencias entre ellos son todos notables, pero soy algo lenta en cuanto a la observación y… Bueno eso es problemático.
Hola Alejandro, este post me resultó muy útil al leerlo y me gustaría saber si podrías hacer algo parecido con las distintas perspectivas según la edad. Quiero decir, las diferencias a la hora de narrar un personaje de 8 años con uno de 5, o uno de 16 con uno 20, y cosas así. También las diferencias entre los diálogos de cada uno. Las características de cada edad en ese sentido. Si no puedes, lo entiendo, pero me ayudaría un montón, la verdad.
Un saludo 🙂
Me agradó mucho el post, aunque me dejo con cierta duda, verás en mi historia el personaje principal masculino es un chico de 16 años, por lo cual tiene una gran diferencia con la chica protagonista de 19 años, quien actúa utilizando más sus emociones es el pequeño, pero a lo largo de la historia quiero dar a demostrar su crecimiento o “maduración”. ¿Es incorrecto el hacer al chico un joven impulsivo tomando la edad como referencia?
Hola tu post me ha servido para confirmar si estaba escribiendo correctamente la historia que estoy creando, solo que no se como hacer que sea una historia lo mas realista posible, lo que me interesa es el mensaje que transmiten los personajes y obviamente también la historia, pero a la hora de crear los diálogos me resulta bastante difícil que interactúen, El problema es que quiero que sea una historia realista, novedosa y sin tantos cliches, pero temo caer en lo ridículo o absurdo.
Hola Alejandro, tengo un problema con un personaje femenino en particular.
Estoy comenzando una novela de ciencia ficción, y el personaje femenino en cuestión tiene un carácter fuerte, extrovertido y con sentido de liderazgo. Algo que se contrapone con el personaje masculino que a su vez es el personaje principal (callado, introvertido y reservado, etc).
Mi problema es que cuando se conocen no se como hacer que se relacionen en los diálogos. Intento pero no puedo meterme en la mente del personaje femenino cuando está interactuando con el personaje masculino (sobretodo por primera vez).
Quería saber si tenes algunos consejos que puedan ayudarme, gracias de antemano.
Hola Jesús. Tampoco es que necesites siempre, obligatoriamente, meterte en la mente de tus personajes. La cuestión es ¿tienen algo que decirse? Pues que se lo digan. Ir a lo práctico y directo. ¿Qué necesitan decirse para que la historia avance? Igual es que has llegado a un punto en el que te interesaba que se conocieran, pero no sabes cómo necesitas que interactúen. ¿Tiene sentido que se conozcan para la historia que estás contando, o su encuentro es algo que te interesaba solo a ti? Lo primero siempre es la historia… un saludo!
Yo hago novelas de ciencia ficción siendo reciente mis publicaciones y simplemente pruebo terreno con una novela antigua mía y pues la mayoría de veces en las que lo hago en primera persona siendo el personaje narrador uno masculino. A veces se hace difícil el hacer que no se guíe mucho de sus sentimientos, sino de una forma más racional y analítica. Pero quisiera saber…como es que se expresa un hombre al observar, al pensar, al sentir. Ese es mi único problema puesto que sus acciones al fin parecen las de un chico. Me ha agradado mucho tu artículo. Sigue así. Saludos
Supongo, Dilzy, que conocerás a alguien que se parezca ─aunque sea remotamente─ al personaje que describes. Inspírate en esa persona y fíjate cómo se expresa para aplicarlo a tu novela. Un saludo, gracias por pasarte y comentar.
Hola Alejandro!
Me interesa mucho el tema y las experiencias de otros escritores. Yo soy bisexual y siempre he estado un poco entre medio jaja Por eso nunca me ha costado especialmente hacer personajes femeninos. Sin embargo, me cuesta bastante hacer personajes muy masculinos creíbles, ya que quedan algo estereotipados.
Muchas gracias por la página, está todo muy bien explicado.
Gracias por pasarte y por el comentario, Alberto. Curioso enfoque, aunque no creo que la tendencia sexual tenga mucho que ver 😉 Trabaja a fondo los personajes ¡son el pilar fundamental de cualquier narración! Un saludo.
Hola Alejandro, en primera te agradezco por la información que subiste, tomare en cuenta todos tus consejos, pues estoy en proceso de escribir un libro a mi corta edad.
Hay tantas cosas por aprender y otras tantas que no sabia que debia tomarlas en cuenta.
Y te felisito por tu blog, esta genial, sigue adelante, un saludo y un abrazo
Gracias, Raquel. Espero que este artículo y todos los del blog te acerquen un pasito más a tus sueños. ¡Un saludo!
Bastante interesante el artículo, felicidades. Actualmente estoy llevando a cabo una investigación literaria y me gustaría saber si usted conoce algunos ejemplos (en el mundo y sobre todo en latinoamérica) sobre escritores hombres que han escrito libros narrados en primera persona del femenino o mujeres que narren en primera persona del masculino. Agradecido enormemente la información que pueda facilitarme. Feliz día.
Gracias por tu comentario, Antonio, me alegro de que el post te haya resultado interesante. Respecto a tu pregunta, me vienen dos escritores y sus personajes de género contrario a la cabeza. Marguerite Yourcenar escribió la novela histórica Memorias de Adriano, en la cual el emperador romano cuenta su vida en una falsa autobiografía. Y José Luis Sampedro, en La vieja sirena, ofrece una magistral perspectiva femenina del poder y el amor, aunque no está del todo contada en primera persona. Espero haberte orientado, un saludo…
Hola Alejandro me has solucionado la duda más grande que se me presentaba a la hora de escribir “la novela que intento”…
Algunos errores he podido corregir, y aún me queda mucho por andar. El camino es difícil, pero mientras se va andando se disfruta con ello.
Un saludo
Gracias enormes
Claro, Rosa, ya sabes que en esta casa, que es la tuya también, todo lo que hay es de primera 🙂 Nunca dejes de disfrutar en el camino, por complicado que esté. Un abrazo, gracias por pasarte y comentar.
Hola.
Muy buena página.
Quizás no es el lugar adecuado para postear éste comentario (o consulta).
Pero me gustaría empezar a escribir simplemente por hobbie, o desahogo; escribiendo lo que siento en determinado momento, o creando historias ficticias o reales asociadas a mi persona o situaciones vividas en sí. Por como se puede percibir no tengo buena capacidad de expresión y me cuesta mucho expresar las ideas en una hoja.
En fin ¿como se comienza desde cero completamente?.
Saludos, y espero atentamente tu respuesta.
Gracias.
Hola Rod, lamento haber tardado en responder… asuntos urgentes han reclamado mi presencia activa estos días 🙂 Para comenzar de cero lo ideal es ser un gran lector. Leyendo es como más se aprende a escribir: además de mejorar la comprensión lectora, ayuda a que el cerebro ponga a funcionar zonas relacionadas con la expresión hablada y escrita. Y desde luego, escribiendo cada día un poco. No tiene por qué ser un gran texto, solo para ir pillando práctica. Un diario, por ejemplo… gracias por pasarte y comentar, bienvenido a la tribu!
Hola Alejandro, me ha parecido muy interesante esta entrada.
Me preocupaba un poco darme cuenta de que en la mayoría de mis relatos, las protagonistas son las mujeres. No sé si es por casualidad o porque quizás me resulta más fácil describirlas desde el punto de vista femenino, no lo sé.
Hoy, justo acabo de publicar un relato donde el protagonista es un hombre. La historia nació así, sabía que el protagonista era Pablo y él contaba su historia, es “El mirador de sexo”.
Ahora, después de leer tu publicación, voy a releer la historia intentando encontrar algunas de las características que comentas.
!!Espero que el protagonista sea masculino!!
Si te apetece y tienes un ratito me encantaría saber tu opinión al respecto.
http://enrededandoconlasletras.blogspot.com.es/2015/01/el-mirador-de-sexo.html
Saludos
Conxita
Gracias, Conxita. Espero que el post te haya esclarecido algo más los conceptos a la hora de diseñar personajes. Me paso por tu relato a ver qué tal 🙂 Un abrazo!
Agradecida de leerte, Alejandro.
En un post dijiste que no hay edad para que despierte la pasión por la escritura, cierto. Una mañana cogí el ordenador y comencé a escribir palabras y palabras sin parar, al poner el punto final tenía un relato. Lo leyó mi marido, me elogió. Lo leyó mi madre, orgullosa, por supuesto, es mi mamá 😛 Lo publiqué y según ha gustado. A mí me encantan cada uno de ellos, es lo que me importa. En cuanto tengas un huequito libre te invito a leerlos http://mividaantesdeconocerla.blogspot.com.es
He escrito una novela, bueno en realidad tengo un borrador, me hubiese gustado haberte encontrado antes, ahora no tuviera taaanto que corregir. Ahora tengo mejor idea de como crear personajes masculinos, creo que son un poco flojos o femeninos.
¡¡ Nuevamente te doy las gracias por existir !! 😉
Gracias también a ti por pasarte, Francia… y por existir, claro! Si te gusta lo que escribes, es lo principal. Ahora hay que comprobar si lo que escribes también gusta a muuuuuuuuucha gente… amigos y familiares no cuentan, lo siento 🙂 Si quieres ayuda con ese borrador, escríbeme un email privado desde aquí y te indicaré cómo puedo ayudarte, ok? Un saludo y bienvenida!
Conocer cómo funcionan los hombres, para una mujer, o viceversa, puede llevar una vida entera. A veces, ni siquiera basta una sola vida.
La literatura puede ayudarnos mucho a comprendernos mutuamente. No está de más, ese paliativo para la guerra de los sexos, ese frente siempre abierto.
Hoy, ya lo he dicho en mi página de escritora del Facebook, que aprovecho para publicitar: http://www.facebook.com/lauraescribe, he estado estudiando la curiosa aplicación del eneagrama que nos ofrece Alejandro, siempre generoso en compartir, esa que nos sugiere utilizarlo para la creación de personajes consistentes y potentes. Me ha gustado mucho, pues de joven había leído cosas de Gurdiyeff, la verdad sin alcanzar a comprender del todo tanto misticismo hermético (para mí).
Ahora, lo he visto tan claro como práctico. Es lo que tienen los cursos de Alejandro: allanan el camino.
Y volviendo al antagonismo femenino/masculino, se me ocurre pensar que los mismos arquetipos (el ayudador, el triunfador, el artista, el pensador, el legalista, el generalista, el líder, el pacificador y el reformador, -sustantivos a los que habría de añadir el femenino, perdón-) se originan sobre el tipo de relación establecida por los progenitores, hasta ahora, hombre/mujer.
Me hace muy feliz leer tu respuesta, Alejandro, a un comentario que hice (del que ya no me acordaba) sobre este post. Sobre todo, cuando me recuerdas que esta es siempre mi casa. ¡Eso es hospitalidad!
Hola Laura… pero ¿cómo no va a ser esta tu segunda casa? 🙂 Aparte de la relación profesional que podamos establecer entre nosotros, eres el vivo ejemplo de algo que me motiva a seguir con este proyecto cuando las cosas se ponen difíciles: la posibilidad de llegar a establecer lazos de amistad con alguien que comenzó siendo un cliente. Porque te confieso que prefiero tener amigos a tener clientes. Y, bueno, ambos sabemos bien que en algún momento esa línea queda muy difuminada. Un abrazo, Laura, de nuevo muchas gracias por comentar y compartir! 🙂
Muy bueno tu trabajo Alejandro. ¿Crees que es posible siendo hombre narrar en primera persona con un personaje femenino?
Hola Julio César, en primer lugar muchas gracias por pasarte y comentar. Respondo: no sólo creo que es posible, sino también un ejercicio muy recomendable. La primera persona, aunque pueda parecer contradictorio, es el punto de vista más complicado de tratar. Si además cambias el género del personaje-narrador, la hazaña es doble. Por tanto, una buena práctica. Después de algo así, pocas cosas se te podrán resistir 😉 Ya nos contarás. Bienvenido!
Muchas gracias por el apunte. En mi caso, la “investigación” me lleva a preguntar a mis amigos, siempre desde el respeto. No solo en el campo emocional si no también en temas tan delicados como la sexualidad que parece tabú. También es extensible a realidades que se me escapan, como la homosexualidad masculina o femenina. Me esfuerzo en describir personajes creíbles, ya que si no sería capaz de llegar al lector femenino a lo sumo, siendo muy optimista. Además, como lectora también me gusta ver los diferentes puntos de vista, y es desgraciadamente un error bastante común, a mi parecer, incluso en autores conocidos, masculinizar o feminizar a los personajes.
En efecto, Eriandes, es muy común masculinizar o feminizar, debido a la dificultad de comprender los mecanismos de reacción del sexo opuesto. Como lector es relativamente sencillo detectar ese fallo… pero como escritor es difícil no cometerlo. Otras herramientas que tenemos al alcance son la curiosidad y la observación 😉 algo que tú solventas muy bien preguntando a tus amistades. Gracias por comentar y compartir!
Señor Alejandro, creo que tiene toda la razón.
En mi caso, soy mujer (según la sociedad) y suelo crear personajes masculinos (supongo que se debe a mi identidad de género), pero mi problema es que son casi siempre femeninos o afeminados, exploto su lado sensible de una manera desmedida, creo yo. Y cuando son los típicos ‘machos’, pues… tienden a ser despreciables.
El punto es que gracias a su publicación he descubierto esos errores y se lo agradezco. Con usted siempre aprendo una cosa nueva.
Si en este mundo todos compartieran sus conocimientos de este modo, creo que sería un lugar mejor.
Muchas gracias por el comentario, Canek. Hay muchas personas hoy en día compartiendo su conocimiento en la red. Me gusta pensar que, poco a poco, los pequeños actos pueden cambiar el mundo. Con tiempo y paciencia, todo es posible. Un abrazo, bienvenida a esta tribu de soñadores sin remedio 🙂
Muy bien explicado y muy a tener en cuenta.
Hace poco, hablando con mi hijo sobre una novela que ambos habíamos leído, coincidíamos en que la protagonista estaba retratada desde una perspectiva masculina. Al ser la voz narrativa, en 1ª persona, restaba credibilidad a la narración. (Ver http://librosemplumados.blogspot.com/)
Es un tema complejo en el que tenemos (periodistas y escritores; intelectuales, en general) cierta responsabilidad con respecto a cuestiones tan debatidas como: la igualdad de géneros, desterrar el sexismo, etc.
Hasta hace bien poco, las mujeres habían sido retratadas por escritores del género masculino, quienes se encargaron de transmitir unos arquetipos que, seguro, han influido en la sociedad. (Creo en el poder de la palabra escrita.) También es verdad que hubo escritores tan atentos a la psicología femenina que crearon perfiles inolvidables, Madame Bovary, Bernarda Alba, Anna Karenina, y un largo etcétera.
Pero, como era lógico, se ocuparon de sondear mejor el alma masculina: les era más familiar. Eran tiempos en los que los dos sexos no convivían tan estrechamente como lo hacemos hoy. Ahora, tenemos más datos, hay más estudios y también más “roce”. Por eso, no tenemos tantas excusas si, al escribir, confundimos los sexos, a no ser que ese sea nuestro deseo.
Otra cosa es que, explícitamente, escribamos sobre transexualidad o sobre homosexualidad que ahí ya nos adentramos en terrenos más ambiguos.
Mi padre siempre decía que la función de un buen maestro era la de despertar la curiosidad en sus alumnos. Así que, Alejandro, según este criterio (para mí, muy válido), ¡misión cumplida!
Magistralmente explicado, Laura. Y además muy de acuerdo en todo lo que dices. El autor literario tiene algo de responsabilidad, las palabras influyen mucho en las personas. Un escritor no crea sólo contenidos, también genera corrientes de opinión y puede sembrar la semilla de una nueva idea, pensamiento o sentimiento. Por eso es imprescindible saber por qué y para qué se es escritor, y qué “mensaje” se va a transmitir. Por suerte las cosas van cambiando en algunas sociedades y las diferencias (sociales y culturales) entre hombres y mujeres se difuminan poco a poco. Gracias por comentar y compartir, Laura, en esta que sabes es tu casa 🙂
Alejandro me he tomado el tiempo necesario para leer y analizar el excelente material que nos ofrece.
Te escribo desde Venezuela donde nos une una tradicion historica de escritores como nuestro libertador
Simon Bolivar y Francisco Miranda. Tambien admiro tu pais por su aporte a la literatura latinoamericana.
Siempre me ha gustado la lectura, de hecho cuando niño pasaba por la biblioteca solicitando un libro para leer en casa. Alli nacio mi pasion por los libros de historia y las fabulas de tio conejo y tio tigre.
MI condicion socio cultural no me llevo mas alla del bachillerato ni tampoco hice universidad porque no tenia para pagar los estudios y no me quedo mas remedio que irme al servicio militar (la marina)
Cuando sali de la marina tampoco pude seguir los estudios por la necesidad de trabajar, hasta que me interese por estudiar arte dramatico con un grupo de teatro de la comunidad.
He creado la ficcion de escribir mis pensamientos y he definido mis actitudes en personajes historicos.
Agradesco tu aporte cultural y con usted estoy viviendo de nuevo otro momento de inflexion y reflexion.
Saludo a todo ese universo de admiradores y admiradoras que te siguen. -Dios los bendiga.
Hernan jose Henriquez
Esta conferencia explica muchísimo (y es muy divertida): http://www.youtube.com/watch?v=OfQE1nX4C4k
Muy divertida, gracias por el aporte, Josef! Un saludo.
Porque la RAE también sirve para dignificar a todas aquellas mujeres y hombres que cada día luchan por un mundo más igualitario y justo 😉
“feminismo.
(Del lat. femĭna, mujer, hembra, e -ismo).
1. m. Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres.
2. m. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.”
“machismo.
1. m. Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.”
Por favor, no los pongamos a la misma altura. No nos hace bien ^^
Saludines y buena semana para todxs 😉
Creo que no existe una palabra para definir la actitud prepotente de las mujeres hacia los varones, que también se da en algunas ocasiones. Feminismo es “social” y políticamente correcto, “machismo” es antisocial y tiene connotaciones negativas. Esas definiciones tal vez valían hace un montón de años y qué duda cabe que queda todavía terreno por conquistar a las mujeres en cuestión de igualdad. Pero creo también que es una variante de estereotipo: no todos los crímenes cometidos de hombres contra mujeres son “violencia de género”, lo cual no los hace menos execrables. Yo prefiero decir violencia a secas y discriminación sexual, vaya en la dirección que vaya. De todas formas, el artículo se refiere a personajes de ficción, no perdamos de vista que no es exactamente lo mismo que personas de carne y hueso. Un saludo Eleanor, muchas gracias por pasarte, comentar y compartir. Y bienvenida también a este blog que es tu casa 🙂
Alejandro, confieso que no me he dado el tiempo necesario para leer con calma el valioso material que nos compartes y no me queda más que agradecerte infinitamente por tanta aportación que nos servirá bastante.En cuanto a los personajes femenino o masculino, creo que depende mucho del contexto, o formación, si se puede llamar así, que uno como escritor sitúe en su narración. En mi caso estoy tratando de definir personajes en la colonia, en la Nueva España, y sí, comparto la idea de que son diferentes en su forma de actuar en cada época, hoy la mujer ha cambiado radicalmente su conducta por el papel determinante que juega en esta tiempo. Creo que el tiempo va transformando estereotipos y conductas. Es mi opinión.
Tienes razón en parte, amigo/a pero también opino que los estereotipos se los crea uno mismo. Es decir: se supone de antemano que en los tiempos de la Nueva España las mujeres se comportaban de una forma determinada y asumían el rol que les tocaba. Pero precisamente los personajes dan más juego son los que escapan a esa norma. Salirse del estereotipo y de lo que se supone el rol social y convencional, es lo que hace interesantes a los personajes. Y en todas épocas, en hombres y mujeres de todo tipo y condición, han habido casos que escapan a esos estereotipos. Me viene a la cabeza Juana de Arco o el caso de Catalina de Erauso, la monja alférez. Como escritor, los que interesan son los personajes que trascienden su rol convencional. Para contar mediocridades ya están los programas de televisión basura. Hay una máxima periodística que dice: “si un perro muerde a un hombre, no hay noticia. La noticia se da cuando un hombre muerde a un perro”. Los estereotipos, como escritor/a, deberían servirte para realzar a quien está marcando la diferencia. Siempre da mucho juego, esto de hablar de hombres y mujeres, jejeje. Un saludo, gracias por comentar 🙂 Y una cordial bienvenida a la tribu!
Completamente de acuerdo. Un saludo.
Ho
Hey 🙂
muy interesante este material me esta ayudando mucho 🙂 garcias alejandro 🙂 un abrazo
Y también a ti por seguirlo y valorarlo, Ginita! Un saludo y bienvenida 🙂
Comparto con mis amigos en las redes sociales.
Muchas gracias por todo, Alejandro.
A ti también por comentar y compartir, Isabel. Un abrazo!
Buena aportación como las demás, este tema debe ser muy tomado en cuanta por todos aquellos que escribimos, ya que me ha tocado ver incluso, libros ya publicados y de cierto renombre pero que carecen de la diferenciación naturales en cuanto a los géneros de los personajes respectivamente. En mi caso suelo poner mucha atención a como actúan las mujeres estando yo en un punto alejado, sin intervenir en la plática, es mas, sin siquiera saber de que hablan, sinplemente observando sus ademanes, sus gestos, sus expresiones vocales. Trato de observar también por edades y estratos sociales… Aunque parezca algo entrometido jaja
En efecto, la observación es clave. Mediante los gestos y las palabras de las personas se puede intuir qué es lo que pasa por su mente a la hora de hacer lo que hace. Y, por descontado, tener una buena conversación y realizar una escucha activa. Gracias, Roy, por el aporte. Un saludo 🙂
Hola Alijandro, me parece que he llegado al lugar que estado esperando. Por que pienso dedicar mi vida a la escritura y se que son muchas cosas las que debo experimentar. Como es el promocionar los libros, el cómo vender los…bueno es mucho lo que hay que hacer. Ahora tengo la posibilidad de aprender sobre todo ello. Gracias Amigo.
Gracias también a ti, Guadalupe, por la confianza depositada en este sitio. Espero que puedas abrirte camino con lo que aquí vaya proponiendo. Un saludo, bienvenida!
Con respecto al comentario de Augusto: Me logró inquietar.
Efectivamente cada época, cada país y cada lugar es diferente en cuanto a costumbres y educación pero no hay un gran cambio en cuanto a la herencia de los mecanismos de defensa,básicos para la supervivencia de la especie, pero también hay creencias básicas que suelen ser las mismas en todo el mundo en cuanto a su capacidad limitante o posibilitante.. Doy un ejemplo: ¿que diferencia hay entre un hombre primitivo postrándose de rodillas ante la imagen de un totem de madera hace 10 mil años o un hombre actual (año 2014) postrado de rodillas ante la imagen de un santo o un Dios hecho de madera o de yeso. Ambos solicitando lo mismo, con la misma intensidad, y con iguales esperanzas de que les sean cumplidas. Así mismo una mujer perteneciente a una de las primeras “ciudades” hace 5-7 mil años ya me la imagino atendiendo a las crías, preparando la comida, trabajando por ratos en el campo, o lavando en el río mientras el marido salía de cacería o solo se dedicaba a labores del campo. ¡en verdad veo,poca diferencia!. Gracias Augusto por incitar mi razonamiento e imaginación. Recomiendo el libro “Antiguas Civilizaciones de Mesopotamia” de J:M:Walker Editorial Biblioteca Histórica (aquí en México). .
Muy cierto, Ignacio. Si lo pensamos bien, en realidad no hemos evolucionado de una manera muy espectacular en miles de años. Mejoramos la “calidad de vida” y otros asuntos pero, en esencia, la evolución es lenta. Creo que ahora vivimos un momento de inflexión que puede hacerle dar a la humanidad un salto… esperemos que hacia adelante 🙂
Interesantes puntos de vista de ambos, tanto el tuyo como el de Augusto, yo lo veo desde el punto de vista de la historia, que es lo primero como dijo Alejandro, no se puede aplicar al cien el estereotipo de genero si la historia no lo pide, una mujer o chica puede actuar (o debe actuar) mas “masculina” si su pasado la orilló a ser independiente, si la obligo a defenderse, a actuar y reaccionar en vez de pensar y planear, así como el carácter de un hombre o chico puede estar influenciado por su educación, valores, ética y principios. Pongo por ejemplo la novela en la que estoy trabajando, ella (la protagonista) es fuerte, a veces ruda y muchas otras veces insensible, porque la trama y su pasado así dicta que sea, no un estereotipo ya conocido, mientras que él (su contraparte e interés romántico) es hasta cierto punto sumiso, a veces débil de carácter aunque sabe imponerse cuando es necesario, he de decir que en él me retraté un poco, siendo que él es casi como yo, doy espacio a la pareja, soy sensible y muchas veces un idiota… hablo de mi, en diversas situaciones… al fin y al cabo la historia dice y dirá como deben ser, no como deberían ser, es como tratar de comparar dos personajes femeninos entre si, a Jean Grey de los X-men y Julieta de Shakespeare
Así lo veo yo también wishmaster. Un personaje no puede encerrarse en un estereotipo porque su rol sea arquetípico, su género masculino o femenino o su personalidad de una u otra forma. Son aspectos a tener en cuenta para apoyarnos a la hora de crearlo, pero desde luego cada persona es un mundo. Lo importante es que el personaje sea coherente con la historia que contamos o bien que la historia ayude a definirlo. Un saludo, gracias por comentar.
Muy bueno este! Siempre intento que no me pase eso con mis protagonistas (normalmente uso chicos, casi nunca chicas, a saber por que…) pero, la verdad, no tengo ni idea de si lo consigo…XD Me lo vas a tener que decir tu cuando puedas mirarme bien a Jack XDD
Gracias, Eva 🙂 Estamos trabajando en ello, estamos jeje… un saludito!
Alejandro:
Muchas gracias; aprecio de veras el esfuerzo grande que haces al compartir tanto conocimiento práctico para desempeñar este hermoso oficio. He leído todo el material que has enviado y sigo a la espera de las partes ofrecidas que aún están pendientes. (La última es la de la formación de personajes). Sinceramente, yo trabajaba mis escritos de manera silvestre. Creo que mi redacción es buena, muy buena. Sin embargo eso no es suficiente; hace falta la técnica que hará que el escrito “encante” a los lectores, que los atrape y para ello, están las sugerencias. Gracias y permíteme el espacio para hacer la digestión de tanto buen material. Un gran saludo.
J. Ernesto Mora
Gracias, Ernesto, por pasarte y comentar. Espero que todo este material te procure una digestión suave y provechosa 😀 Muchos éxitos!
Efectivamente hay grandes diferencias no solo físicas, sino instintivas e intelectuales entre hombres y mujeres, pero mas aun se manifiestan en el comportamiento. Una mujer se puede pasar horas apreciando docenas de productos y no comprar uno solo, es decir, valora precios, color, opciones de combinación y posible compra A FUTURO. Se maneja mucho mas con su hemisferio cerebral derecho que es analógico. Sus pensamientos se diversifican con gran facilidad, Preve,Sse anticipa a los hechos, Se sensibiliza ante las posibilidades.
El hombre por el contrario tiene pensamientos prácticos, sencillos, se focaliza y le es difícil diversificar sus pensamientos. Se maneja mas por su hemisferio izquierdo que es lógico. Profundiza pero sobre un solo objetivo. Se aleja de las discusiones largas. Al comprar va directo a lo que quiere. Pretende siempre ser el que dice la última palabra, Se conserva como hombre ALFA (si se puede la comparación) aunque con frecuencia acude a la capacidad de diversificación y prevención de la mujer.
En fin, si le rascamos hay mucho mas.
Si un escritor desea poner un personaje femenino quizá sea muy importante que ese aspecto se lo dé a leer a una mujer y si es de las mismas características de personalidad del personaje ¡¡mucho mejor !!, . Le darán una valiosa opinión al respecto.
Saludos Alex. Quintana.
Buen aporte, amigo Ignacio! En efecto, hay mucho más si se rasca la superficie. Ciertos estudios de mercado profundizan en estas diferencias para analizar cómo compran hombres y mujeres (neuromarketing), y así poder dirigirse a unos u otros en función del sexo al cual va dirigido un producto. Los centros comerciales están estudiados al milímetro para poder influir (o manipular) los distintos resortes que se activan y que llevan a una decisión de compra. Resortes que se activan de diferente forma si eres hombre o mujer. El tema da para mucha conversación y a mí me parece apasionante. Buena idea la de validar un personaje con alguien del mismo género antes de darlo por terminado! Gracias por comentar, Ignacio. Un abrazo!
Una puntualización: no has tenido en cuenta en ningún momento que el carácter y la mentalidad de los personajes, sean del sexo que sean, depende totalmente de la época en la que vivan. No puede ser igual un personaje femenino (o masculino) del siglo III a. C. que uno del siglo XX.
Hay muchas cosas que no he tenido en cuenta, Augusto. Un personaje se compone de muchas facetas y ser hombre o mujer es tan sólo una de ellas. Importante, determinante, pero no lo que define a una persona y, por tanto, a un personaje. El post hace referencia a la condición de género de los personajes, no a su personalidad, circunstancia, rol y algunas otras cosas. Todo eso lo trato en profundidad en el Informe Digital al que hago referencia en el artículo 😉 Un abrazo, gracias por el comentario!
Hola Alejandro este material es muy muy importante…me hace falta…saludos
Creo que va a ayudar a bastantes personas a definir mejor personajes que no sean de su mismo género. Gracias por comentar, Verónica, me alegra ver que te es útil 🙂 Un abrazo!