¿Aún crees que la transformación 3.0 no te afecta, no te incumbe? Pues despierta en la nueva era y sube al tren antes de que pase de largo. Necesitas comprender, y hacerlo a fondo, cómo ser un escritor del Siglo XXI.
Perder esta oportunidad, es tal vez perder la oportunidad de publicar y ser un autor reconocido.
Ser escritor en esta nueva era no es lo que era en el siglo pasado.
Déjame, por favor, ser sincero contigo y decirte esto:
puedes olvidarte de escribir una carta a un editor tradicional con una copia de tu novela y que te publique
Compréndeme, no estoy diciendo que no puedas dirigirte de esa manera a un editor tradicional.
De hecho, te animo a hacerlo e incluso he escrito un post con consejos para hacerlo con ciertas garantías, que puedes leer aquí.
Lo que digo es que te interesa utilizar la red para apoyar una estrategia de publicación que te ayude a materializar un plan bien estudiado.
¿Cómo dar el paso y convertirte en un escritor digital sin perder tu esencia?
Internet comenzó siendo poco más que un escaparate para las grandes compañías.
Continuó con la interacción de los usuarios y ahora sigue con el acceso móvil, a través de los dispositivos portátiles conectados sin cables.
¿Aún crees que todo va a seguir igual? Ya no estamos en la era 2.0 sino en la 3.0 donde todo es móvil y está interconectado.
La palabra clave es conectividad total.
Una de las consecuencias es que ahora la gente puede leer libros en su teléfono móvil.
La red es una innovación tecnológica que ya ha producido profundos cambios sociales.
Nos comunicamos y aprendemos, incluso compramos y contratamos servicios de forma muy diferente a como lo hacíamos hace tan sólo unos pocos, poquísimos años.
Y otra, muy importante para el oficio de escritor, es que cualquiera que cuente con un dispositivo conectado a Internet puede publicar y distribuir contenido.
Y no sólo eso, sino que cualquiera puede acceder a ese contenido desde cualquier lugar, mediante otro dispositivo con conexión inalámbrica.
Si hace muy poco tiempo esto podía hacerse desde el salón de casa, ahora el acceso a la información es móvil.
Algo que antes estaba al alcance de unos pocos se ha convertido en un hecho cotidiano.
La forma de publicar, distribuir y acceder a una obra literaria ha cambiado, cambia y seguirá cambiando muchos procesos productivos, muchos canales de distribución y venta tradicionales.
Lo cual, como autor, te afecta directamente: puede significar una excelente noticia o un desastre total.
- si ves las enormes posibilidades que tiene el hecho de poder prescindir del intermediario, lo verás como una oportunidad
- si crees que se ha perdido el encanto y que hoy en día cualquiera puede ser escritor sin tener ni idea, estás hundiéndote en la miseria
Porque, si bien es cierto que el oficio ha cambiado, es cierto que en muchas cosas ha sido para bien y te puedes aprovechar de ello, siendo el mismo escritor o escritora que has sido siempre.
Cualquier tiempo pasado nunca fue mejor
No hace tantos años, el escritor escribía y poco más.
Sí, debía preocuparse de publicar su obra.
Sí, debía preocuparse de ser reconocido para hacerla llegar al público.
Pero existían canales muy diferentes a los actuales.
Los editores asumían gran parte del trabajo, de manera que el autor podía dedicarse casi en exclusiva a la producción de textos.
Con los nuevos soportes y la distribución de libros en formato digital, aparece un nuevo concepto: el escritor del Siglo XXI.
O de la era digital, como prefieras.
El autor que no sólo produce textos, sino que los publica, los distribuye y los vende.
Como si de un monopolio unipersonal se tratara, el éxito de una obra literaria depende en gran parte de lo bien que ese autor sepa gestionar su micro empresa, su marca personal.
Ya no son imprescindibles las editoriales, ni las imprentas, ni las distribuidoras, ni siquiera las librerías.
Con unos cien euros y tiempo suficiente, puedes hacer todo ese trabajo prácticamente tú solo.
¿Crees que exagero cuando digo que Internet es una tecnología que marca un antes y un después en la historia de la humanidad?
Nunca, ningún avance, ha supuesto la conjunción de tres factores tan determinantes: los cambios en los modelos productivos, los cambios en la transmisión del conocimiento y los canales de acceso a este conocimiento.
Un nuevo paradigma.
Así entonces, en resumen, ya no puedes dedicarte a escribir y esperar sentado a que algún editor avispado te descubra.
De hecho nunca ha sido así, pero ahora es imprescindible moverse por y para uno mismo.
Debes tomar parte en todos los procesos de tu obra, ya no basta solamente con el proceso creativo. Hay que extender esa creatividad a otras áreas.
Escribir, promocionarse, publicar y vender.
Si bien un escritor no puede o no debe realizar todas las partes del proceso, sí debe responsabilizarse de ellas.
De todas ellas.
Preocuparse de la marca personal, mimar el prestigio, tomar parte activa en la promoción virtual y física de su obra, vigilar el “empaquetado“, su venta y distribución y además mantener una relación con los lectores.
Ni que decir tiene que también crear una obra digna de competir en el mercado y ganarse un lugar entre los más leídos.
Sin esto último, lo demás apenas tiene sentido.
¿Asumimos de una vez por todas esa responsabilidad?
De ti depende perseguir tus sueños o quedarte sentado sin hacer nada, escribiendo día tras día una obra que nadie leerá, aparte de tu familia, algunos amigos y cuatro despistados más.
Puede sonar duro, pero en verdad… es mucho peor que esto.
Porque puedes intentar subirte al tren en marcha y hacerlo mal, con lo cual el batacazo será más doloroso.
Si bien las oportunidades de lanzar una carrera literaria son muchas y muy positivas, las formas de arruinar una reputación sin ni siquiera saber que eso está sucediendo son más numerosas todavía.
Es sencillo ofrecer una pobre imagen si las cosas no se hacen bien.
Por eso, quiero ofrecerte algunas claves que te ayudarán a no perderte demasiado en el laberinto digital.
- La esencia del oficio permanece a pesar de todo. La clave siempre ha sido, es y será la misma: el buen contenido de tu obra marcará su éxito. Por eso puedes seguir siendo genial.
- En una época de cambio rápido y constante no es aconsejable relajarse, ni bajar la guardia. Las formas de ser acomodaticias y conservadoras están en peligro de extinción. Evoluciona. Difruta.
- Domina la técnica narrativa y nunca dejes de aprender nuevos trucos y recursos. La caja de herramientas del escritor siempre debe estar reluciente y actualizada.
- Ahora más que nunca es necesario comprender las funciones de un editor y el proceso lógico editorial, la cadena de producción del libro. El tradicional y el digital.
- Ha nacido ya una nueva forma de relacionarse que hace muy poco no existía: las redes sociales. Puedes verlo como la destrucción de las relaciones humanas o como una extensión de ellas. Tú eliges.
- Hay un nuevo santo en el santoral: San Google, el Omnisciente. Si tienes dudas sobre algo, pregúntale y te lo dirá. Es el Oráculo Digital.
- Un escritor nunca ha caminado solo: correctores, editores, linotipistas y libreros ahora se llaman asesores literarios, consultores editoriales, maquetadores digitales y community managers.
En definitiva, solo necesitas mirar a tu alrededor y ver cómo ser un escritor digital es la manera de ser un escritor hoy en día.
Acaso la única manera…
Si no tuviste la oportunidad de serlo en su día, por los motivos que sean, esta es tu época dorada.
Los sueños son el cartel luminoso con el que la vida indica el camino de la felicidad. Sigue la flecha y persigue tus sueños como si te fuera la vida… porque, tal vez, te va.
Parte de este artículo está extraído de mi eBook El Oficio de Escritor, en el cual te muestro todas las teclas que necesitas tocar para conquistar un lugar de honor en las letras del Siglo XXI
Es decir, cómo ser un escritor adaptado a la era digital y que domina la tecnología para ponerla a su servicio, en lugar de ponérsela en contra.
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Foto: melenita2012 (Flickr)
Muy buen artículo que refleja con exactitud lo que es el panorama literario hoy en día. Y es que para llegar a ser un autor que está sentado en su casa escribiendo su próxima novela, que luego manda a su editor para que la publique, para después esperar los beneficios y las llamadas de periodistas para preguntarle sobre su nuevo gran éxito, hay que pasar por todo el proceso que viene recogido en este artículo. Es el único modo de hacerse un nombre en el mundo literario. Trabajar, trabajar y volver a trabajar, en todos los aspectos, no solo en el texto literario.
Claro, Cosmin, eso que comentas tal vez era así hace cien años pero ha pasado a la historia. Ni siquiera los escritores consagrados producen y ya está: tienen que participar en los lanzamientos de sus novedades, asistir a actos, formar parte de jurados y ese tipo de asuntos. Tal como se mueve el panorama editorial, incluso buscar editor cada cierto tiempo o cambiar de agente. Vivimos tiempos revueltos para la escritura 🙂 ¡Un saludo, gracias por pasarte y comentar!
Gracias Alejandro, como siempre, por tus consejos.Siempre hace falta “otro poco más” , o un artículo más.Saludos cordiales.
También a ti por pasarte y comentar 🙂 Un abrazo!
La era digital exige nuevas rutas de trabajo, en el campo literario implica dar a conocer las obras literaria producidas por el escritor, llegar al lector, al ciberlector con propuestas literarias que bien valga la pena leer, la era digital ofrece posibilidades de otra manera de darse a conocer a nivel global. Saludos.
Olvidas que también es una manera de llegar al editor, Humberto 😉 Cuando me refiero a estrategias de publicación, también hablo de forjar una marca personal atractiva a los que publican libros. Las posibilidades son muchas y la red es algo tan amplio que cabe todo. Un abrazo, muchas gracias por pasarte y comentar.
Muy buen post Alejandro.
Yo la verdad es que con esto de los ebooks, ya había pensado que los escritores se iban a tener que poner las pilas.
Pero esto es algo que les tiene que pasar a los escritores, a los músicos, a los diseñadores… a todo el mundo.
Porque nos ha tocado una época de mucho cambio y nos está tocando adaptarnos.
Correcto, María, es tal y como dices. Y más que un cambio, una verdadera revolución. El post pretende hacer un llamamiento a los escritores veteranos que necesitan ponerse las pilas para no verse desplazados. Quiero que se den cuenta de que esto es una oportunidad y no una calamidad. No basta con tener un perfil en Facebook y un blog gratuito, es mucho más que eso. Hay muy buenos escritores que nunca han publicado por diversas razones: falta de oportunidades, de contactos, por sus propuestas poco comerciales… todo eso se puede solucionar haciendo un buen uso de la red. Espero que tenga algo de eco… gracias por el comentario 🙂