El viaje del héroe, también conocido como periplo heroico o jornada del héroe, es una forma ancestral de contar historias que tiene plena vigencia en el siglo XXI.
Pero es mucho más que una estructura narrativa y en este post voy a mostrarte que tiene una aplicación práctica en tu vida cotidiana.
Porque, en realidad, como digo en muchos apartados de mi web,
La vida es una gran historia y ser escritor consiste en saber contarla
Algo que me maravilla de la narrativa es que, a pesar de que ya se ha contado todo, seguimos creando otros mundos, nuevas historias y personajes únicos, porque cada escritor tiene una visión única de la realidad.
Y es por eso que, aunque las fórmulas se repitan una y otra vez, cada libro que leemos nos abre un universo nuevo de posibilidades y conocimientos.
Entender los caminos que otros han transitado, te facilita a ti, hoy, abrir caminos nuevos.
Uno de los pilares fundamentales de este proyecto es…
Por este motivo no voy a limitarme a mostrarte en qué consiste el viaje del héroe, sino que te invito a aprender en este post…
EL VIAJE DEL HÉROE Y QUÉ RELACIÓN TIENE CON TU VIDA REAL
El ser humano lleva contando historias desde que se reunía en torno a una hoguera bajo el cielo estrellado.
Los cazadores que regresaban de la partida para alimentar a su tribu contaban las peripecias vividas en su exploración más allá de los límites de su cueva.
Fuimos por el bosque y hallamos un buen lugar donde encontrar agua. Luego vimos pisadas de oso, así que tened cuidado si vais por allí. Seguimos el rastro de un ciervo, pero unos lobos también le perseguían. Comí unas bayas rojas que me provocaron diarrea, no las comáis…
Y así, el conocimiento pasaba de generación en generación, transmitido por vía oral y en forma de historias.
Más adelante, las civilizaciones fueron consolidándose y creando culturas cada vez más complejas y evolucionadas. Su forma de contar las historias, transmitiendo en ellas conocimientos y experiencias, también se refinó.
Nacieron los mitos, personajes que encarnaban la metáfora de una enseñanza más elevada.
Fue Homero, unos 900 años antes de Cristo, quien —supuestamente— escribió La Ilíada y también La Odisea, sentando las bases del periplo heroico.
El viaje del héroe se define en 12 etapas, que son una forma de explicar el paso de cada ser humano por este mundo; una metáfora práctica, una guía para la vida.
Conocer e identificar estas etapas en tu propio periplo vital puede darte muchas pistas sobre quién eres en realidad, qué pruebas has superado o por qué momento de tu historia personal estás pasando.
Vamos a ver estas etapas, una a una:
1. Mundo ordinario
Te desenvuelves en un entorno conocido y te sientes seguro en él. Es lo que hoy día conocemos como la zona de confort.
Hasta que aparece un conflicto que pone tu vida del revés y te genera NUEVOS OBJETIVOS VITALES. Esto último es muy importante, ya que cuando aparece un conflicto también tienes la opción de acomodarte a las nuevas condiciones.
De esta forma, si aceptas el nuevo orden de la realidad, el conflicto se incorpora a la zona de confort y deja de ser un conflicto… lo cual no significa que la situación resulte cómoda.
Un buen ejemplo de esta etapa es cuando llega un nuevo jefe a hacerse cargo de tu centro de trabajo: hace cambios que no te gustan y, además, no te llevas bien con él.
Se abren en ese momento dos caminos: o te adaptas a la nueva realidad o cambias de trabajo.
Como puedes comprobar, el viaje del héroe no va de novelas de capa y espada.
Sirve para representar casi cualquier situación de la vida cotidiana. Y, aunque tiene miles de años, aplica también al mundo contemporáneo.
2. Llamada a la aventura
Ante el conflicto, tienes la opción de iniciar los pasos que te conduzcan a materializar el nuevo objetivo vital.
Sopesas pros y contras, tienes en cuenta los retos que necesitarás superar, las herramientas de las que dispones y las probabilidades de éxito.
Es muy posible que tengas todo en contra y nada aconseje que des el paso decisivo para cambiar de vida, para recorrer ese nuevo camino.
Sin embargo, suele aparecer un sentimiento que equilibra la balanza. Es una sensación en la boca del estómago, como una especie de llama que prende tu espíritu aventurero.
Nuestros ancestros fueron exploradores, guerreros, cazadores… el ser humano, aun con toda lógica en contra, ha decidido con frecuencia dar los pasos para ir más allá de lo seguro y afrontar peligros sin nombre.
¿Qué hay tras esa montaña? ¿Y tras la siguiente? ¿Qué hay más allá de esa línea donde termina el mar?
¿QUÉ IMPULSA AL SER HUMANO A IR MÁS ALLÁ DE LO CONOCIDO PARA CALMAR SU SED DE SABER?Haz click para twittear3. Rechazo de la llamada
Pero el miedo es un poderoso aliado y es de imprudentes no escucharlo, como mínimo.
Así que la decisión de iniciar el viaje se va retrasando y retrasando. Hay días que la única opción viable es adaptarse, quedarse en puerto seguro.
Puedes llegar a olvidar —o intentar olvidar—, que tuviste la loca idea de emprender una aventura tan incierta.
Y, sin embargo, esa llamita en la boca del estómago sigue quemando a menudo.
¿Hago caso a mi cabeza o a mi instinto?
Hay días que te sientes capaz de todo y estás a punto de mandar a tu jefe al diablo.
Hay días que solo te sientes con fuerzas para bajar la cabeza y decir «A la orden, jefe». Hay días de resignación y días de rabia e impotencia.
Y, mientras, la llamada a la aventura sigue gritándonos desde alguna parte de nuestro interior. Una parte ancestral.
¿Cabeza o corazón? ¿Razón o instinto? ¿Hay algo más humano que esto?
4. Encuentro con el mentor
Entonces aparece alguien o sucede algo que te da la clave para iniciar ese camino.
El mentor no tiene por qué ser un anciano sabio de barba blanca. Ese sería el arquetipo, pero esta etapa hace referencia a la toma de conciencia del problema y la decisión de iniciar la aventura, pase lo que pase.
En una conversación casual, por ejemplo con un amigo o con tu pareja, sus palabras te producen un impacto y sabes, más allá de toda duda, que no te queda otro remedio que dar un paso decisivo.
Lo ideal es toparse con alguien muy sabio que no solo te dice las palabras exactas en el momento preciso, sino que, además, te proporciona claves y herramientas para que puedas adentrarte con ciertas garantías en territorio desconocido.
Esto queda genial en las historias épicas.
En la vida real sucede pocas veces, a no ser que contrates a un mentor profesional para un tema específico, coach o terapeuta.
Ves una película que te motiva, lees un libro o artículo; o te inspira una escena cualquiera de tu vida cotidiana.
Pero, sea como sea, el cambio, el paso, es tu decisión. Tu RESPONSABILIDAD.
Siempre es una decisión que tomas internamente y solo llega cuando estás preparado.
Por eso, no tienes más maestro que tú mismo, aunque la información necesaria para tu proceso llegue a través de alguien. Tú eres tu propio mentor. Siempre.
EL MAESTRO SOLO APARECE CUANDO EL DISCÍPULO ESTÁ PREPARADO
5. Travesía del umbral
La decisión está tomada. Lo has visto claro y sabes que vas a hacerlo.
Ahora solo toca ponerse en marcha o todas las tribulaciones anteriores se quedarán en el mundo de las ideas. Toca respirar hondo y pasar a la acción.
El primer paso es el más decisivo, porque es el inicio de un viaje del que, quizá, no hay vuelta atrás.
Te armas de valor, de las herramientas que has comenzado a manejar y entras en el despacho del jefe. Le comunicas que te vas de la empresa para iniciar un proyecto propio.
Tras un silencio cargado de tensión dramática, te felicita, te dice —protocolariamente— que se te echará de menos y acordáis los detalles de tu salida.
No ha sido tan malo como esperabas, ¿verdad? Acabas de dar el paso. Tu vida ha cambiado en unos pocos minutos.
Durante unos días, semanas o tal vez meses, estarás en una especie de tierra de nadie, un mundo intermedio entre tu vida anterior y tu nueva vida. Pero ya es una realidad.
El viaje del héroe es muy, muy real…
6. Pruebas, aliados, enemigos
Los primeros pasos en tu nueva vida, más allá de la zona de confort, te ponen en contacto con una nueva realidad plagada de dificultades, aunque también de oportunidades.
Eres «novato» en un mundo desconocido, en el cual rigen otras reglas.
Adquieres herramientas y recursos para desenvolverte en ese territorio especial, estableces nuevas alianzas, te enfrentas a obstáculos con los cuales no habías contado en un principio.
Tal vez alguien te lo pone difícil, o te engaña, o te traiciona. Viejos amigos se distancian de ti, no te fías de las personas nuevas que llegan a tu vida. ¡Tu anterior jefe no era tan ogro, al fin y al cabo!
La idea de abandonar te acompaña a menudo, pero la decisión de continuar es más fuerte.
Paso a paso, aprendes y adquieres experiencia. Vas ganando habilidades, te equivocas, tropiezas, te levantas otra vez.
Cada día es una aventura incierta. Pero vas ganando confianza, vas sintiéndote cada vez más cómodo en ese territorio especial. Ya no te resulta tan desconocido.
7. Aproximación a la caverna más profunda
Todo recorrido vital conduce siempre hacia el encuentro con lo más temido, con nuestro mayor miedo, nuestro gran enemigo.
Con avances y retrocesos en el camino, en algún momento te enfrentas a una especie de «examen final».
Es inexorable. Son esos instantes de la vida en que estás ante la prueba que va a definir quién eres en realidad.
Incluso —piénsalo bien— cuando has rehuido ese momento decisivo las circunstancias se te han repetido una y otra vez. Acostumbramos a tropezar siempre con las mismas piedras, hasta que decidimos afrontar las situaciones que más rechazo nos causan.
Aquello a lo que te resistes, persiste. Lo que niegas te somete;
lo que aceptas te transforma.
Carl Gustav Jung
Esa «caverna más profunda» es una metáfora de la propia sombra: aquello que decidimos ocultar de nosotros mismos porque nos avergüenza, nos incomoda, nos asusta, nos duele…
Igual que esa cueva es una parte —más o menos escondida— de ti, el enemigo al que vas a enfrentarte no es otro que… ¿adivinas?
8. Odisea
Digámoslo claro: igual que eres tu propio maestro, eres tu mayor enemigo.
El enfrentamiento con ese antagonista siempre conlleva un enorme aprendizaje. Puede que no salgas victorioso del encuentro, pero lo que aprendas en esa crisis te dará claves esenciales para otro enfrentamiento.
Recuerda todas las historias, ya sean novelas, cuentos o películas, en las que el héroe tiene que vérselas consigo mismo.
Por ejemplo, el aprendiz de caballero jedi Luke Skywalker, en El imperio contraataca, lo descubre en el planeta Dagobah cuando se adentra en la zona del lado oscuro de la Fuerza, pues quien se esconde tras la máscara de Darth Vader, su terrible adversario, es él mismo.
Por grande, poderoso y temible que sea tu enemigo externo, las limitaciones que te impiden vencerlo residen en tu interior: si no te sientes capaz de enfrentarte a él, eso ya es en sí una derrota. Dudas de ti, de tu capacidad, de tu fuerza.
El empleado que deja su trabajo para emprender y no consigue clientes, necesita un curso de ventas, pero siempre ha considerado que los vendedores son mentirosos, o agresivos, o interesados. ¿Cómo va esa persona a vender, si esas creencias le ponen a él mismo como mentiroso, o agresivo, o interesado?
Por tanto, para vencer esas creencias que impiden que su proyecto funcione, deberá enfrentarse a sus propias limitaciones.
En su interior tiene tanto las claves que le permiten vencerlas, como las creencias que las alimentan. ¿Cómo no va a ser complicado afrontar eso? ¡Es un combate a vida o muerte!
Porque cuando mueren las creencias que han sostenido nuestra realidad durante tanto tiempo, una parte de nosotros muere… para que otra pueda renacer. Solo quienes están dispuestos a pagar ese precio, avanzan.
9. Recompensa
Aunque pierdas la batalla decisiva, o aunque una vez derrotado el enemigo más temible surja otro más poderoso todavía, puedes caer en la cuenta de que en el aprendizaje adquirido es donde se halla el verdadero tesoro escondido de la caverna más profunda.
Bien, no has salido —del todo— victorioso, pero el enfrentamiento te ha permitido obtener muchísima información sobre el enemigo.
Tal vez hayas visto cómo se defiende, cómo ataca, qué estrategias emplea para sobrevivir. Incluso puedes haber detectado su punto más débil.
Todo ello te ayuda a adquirir nuevas herramientas y entrenar habilidades que, hasta el momento, no habías considerado.
Te haces más fuerte, más hábil. Retrocedes y avanzas y, con cada paso, ganas en seguridad. Llegas a creer honestamente que, aunque los enemigos te derroten una y otra vez, la preparación para el combate te está haciendo fuerte.
Tal vez no sea tanto cuestión de derrotar al adversario como de entenderlo…
Interesante cuestión, ¿no crees?
Es decir, ¿el combate es la mejor solución? ¿Podrías utilizar la fuerza del enemigo a favor?
En la mayoría de las artes marciales no te enseñan a agredir, sino a defenderte de las agresiones aprovechando la fuerza del atacante. Sea como sea, todos pasamos un examen cada vez que aparece ese enemigo en nuestro periplo.
Saber que puede aparecer en cualquier momento nos mantiene en guardia. Nos obliga a seguir aprendiendo y entrenando.
Tal vez, y solo tal vez, ese enemigo oculto en la caverna más profunda y que emerge de vez en cuando es una bendición, después de todo. Otro buen mentor, un implacable maestro que nos obliga a estar siempre atentos… aunque sea por las malas.
10. Camino de regreso
Por lo general, ese conocimiento adquirido durante el periplo nos lleva de retorno al punto de partida: ahora tenemos suficientes conocimientos y experiencia como para devolver el equilibrio a nuestro mundo ordinario.
Con una sensible diferencia: nos hemos expandido. Ese mundo, que era tan incierto cuando cruzamos el umbral, se ha convertido en la nueva «zona de confort».
Asumimos retos más complicados, ganamos confianza y salimos airosos, incluso beneficiados, de situaciones que antes ni habíamos soñado afrontar.
Sí, en ocasiones perdemos, pero aprendemos de los errores y ya no tenemos la sensación de dar un paso adelante y dos atrás.
Cada derrota se convierte en un avance cuando entiendes
que el verdadero tesoro se halla en el aprendizaje
El valor que necesitas reunir para enfrentarte a lo que más asusta, o duele, es la victoria que merece la pena.
Y todo eso —la experiencia, la seguridad en nosotros mismos, la capacidad de resistencia y aprendizaje—, a menudo nos hace caer en la trampa más sutil e inesperada de todas: demasiada seguridad en uno mismo.
Llega la relajación. El reposo del guerrero. Bajas la guardia. Pero creer que cuando ya has cazado al oso no van a acosarte los lobos durante el camino de retorno, es un error fatal.
11. Resurrección
Porque en algún momento del recorrido se nos va a presentar la prueba definitiva. El verdadero examen final.
¿Somos dignos del tesoro que hemos cobrado? ¿Está realmente integrado en nosotros o solo creemos que hemos aprendido algo importante, pero seguimos tropezando con los mismos obstáculos de siempre?
La vida nos dará la oportunidad de demostrar si podemos dar por superada una etapa y pasar a la siguiente, o todavía queda algo por resolver.
Cuando crees que ya resolviste todos los temas dolorosos con tu padre, alguien te dice, tal vez incluso en broma, algo que te sienta como una puñalada en el corazón.
Pasas el día entero dándole vueltas y el resto de la semana triste, irritable, inestable. Caes en la cuenta de que eso mismo, en tono hiriente, te lo decía tu padre. Y te sigue doliendo.
Entonces, ¿queda algo por resolver? Si una herida está sanada no debería doler o, al menos, ese dolor no debería alterarte.
Hay heridas que nunca cerrarán del todo, pero cuando recorres el camino del héroe existe una diferencia: el dolor del pasado, el dolor que verdaderamente has enfrentado, comprendido, integrado y perdonado, ese no afecta tu presente, ni condiciona tu futuro.
Eliges ver los problemas como oportunidades para crecer, en lugar de sentir que son una desgracia. La vida nos presenta pruebas para que podamos confirmar si una herida se cerró o queda algún recoveco de la caverna por explorar.
Lo curioso es que cuando puedes cerciorarte de que has superado una prueba, de que has integrado un aprendizaje, la vida deja de confrontarte con ese mismo obstáculo. Prueba superada y a otra cosa.
LAS ACCIONES TIENEN QUE CONFIRMARLO
12. Retorno con el elixir
Y, siendo dignos de ese conocimiento, que siempre había estado en nuestro interior pero del que solo tomamos conciencia realizando un arduo viaje, nos convertimos en el héroe capaz de enfrentar nuevos retos para los que ya estamos preparados: hemos demostrado valor y capacidad una vez y podemos seguir haciéndolo, cada vez más fortalecidos y preparados.
Otros comienzan a vernos como personas capaces de afrontar y superar problemas complicados de verdad. Y no solo eso, sino que nos ven hacerlo con ímpetu, con decisión, seguridad y, tal vez, con una sonrisa en los labios.
Empiezan a pedirnos consejo, orientación. Se apoyan en nosotros cuando la vida se lo pone difícil.
Así, entonces, a quien ha recorrido con éxito el periplo heroico, se le confiere autoridad para guiar a otros en su propio recorrido vital.
En sus manos está el cómo emplear dicha autoridad porque, en esta etapa, el héroe puede caer en una nueva trampa:
¿Elijo usar en mi favor tal poder, o elijo ayudar
por el simple hecho de hacer el bien?
La etimología de la palabra héroe no está del todo clara, aunque algunas fuentes apuntan a que puede estar ligada a la raíz indoeuropea ser, de la que también derivan las latinas servare y servus, de las que provienen servir, siervo y conservar —en el sentido de proteger—.
Lo que está claro es que la palabra héroe está muy ligada a proteger y servir. No en vano el lema del departamento de policía de Los Ángeles —y otras ciudades del mundo— sea, precisamente, «Proteger y servir».
Cuando un héroe opta por ayudar a otros, se convierte en mentor de quienes van a iniciar su periplo. El círculo se cierra.
REFLEXIÓN FINAL
Como te dije al inicio del post, el viaje del héroe no es tan solo una estructura narrativa: es una muy precisa metáfora sobre la vida, incluso una guía. ¿Qué sacas en claro del periplo heroico que puedas aplicar en tu vida de manera práctica? Por ejemplo,
- ¿Eres capaz de identificar algunos hitos de este viaje en tu pasado?
- ¿Cómo hubieras podido superar mejor algunas etapas de tu vida si hubieras conocido esto?
- ¿Estás a punto de cruzar un umbral o te mantienes en el rechazo de la llamada?
- ¿En qué momento te hallas ahora mismo?
Responder a estas preguntas y usar las etapas del periplo heroico para entender algunos hechos de lo que has vivido o estás viviendo, puede ayudarte a comprender mejor tus propios avances y retrocesos.
Escríbeme en la zona de comentarios si el post te ayuda a entender mejor esta estructura narrativa clásica y también cómo te sirve para trazar un mapa más preciso de tu vida. ¡Gracias!
El post es un extracto de mi capítulo ¿Te atreves a ser tú? El primer umbral de una vida plena, parte del libro coral
Lidera tu comunicación: 11 píldoras de transformación y consciencia para emprendedores valientes.
Además de autor de este capítulo, he sido el editor y coordinador editorial del proyecto.
¿Tienes un sueño? ¿Te atreves a dar el primer paso para lograrlo?
Si te gusta, valóralo en Amazon y deja un comentario. ¡Gracias!
¡Hola! Un artículo muy interesante sobre el Viaje del Héroe. Me gusta leer los diferentes puntos de vista sobre este modelo, así como los ejemplos que diferentes autores usan para ilustrarlo y me parece que el tuyo es muy completo!! 🙂
Si no os molesta, me gustaría añadir alguna información complementaria acerca de los arquetipos narrativos, que creo que vienen muy a la mano de este modelo. La información podéis encontrarla aquí. ¡Espero que os guste!
https://primerborrador.com/arquetipos-en-la-narracion/
Hola, Mariví, muchas gracias por leerme y comentar, me alegro de que encuentres tan completo el post 🙂 Interesante tu blog, te leo… ¡Un abrazo!
He recibido varios emails con motivo del curso gratuito al que me subscribí, que es hasta lo que podía llegar. Le agradezco mucho por todo lo que he podido aprender. La verdad que me ha sido de una ayuda increíble, máxime si para mí, este mundo de la literatura, solo había llegado hasta lo de ser una lectora, salvo tres relatos que había escrito, uno en el 2008 y dos en el 2013, además de un cuento infantil que todavía no logro terminar.
El curso me ha dado algunos elementos de la narración que me han impulsado para llegar a otros; y sobre todo, me ha alentado para pensar que puedo alcanzar mi propósito. Cosa que también me ha ayudado a definir. Siempre estuvo frente a mí y no lograba verlo. Me falta un gran camino por recorrer para el que debo: perseverar, estudiar, confiar y hacer. Creo que lo más importante, es que siento pasión por la literatura.
No podía dejar de decirle todo lo anterior como agradecimiento, antes de hablar sobre lo que acabo de leer (‟ El viaje del héroe”) es la versión más exacta y mejor contada que he escuchado del recorrido que he hecho por la vida. A medida que avanzaba en su lectura era como si estuviese hablando de todo lo que me ha sucedido. Pensé que era así solo para mí. Sin embargo, las etapas son las mismas para todos. Eso me reconforta. Me habían hecho creer que era una persona muy complicada. He pasado varias veces de la etapa 5, Travesía del umbral a la 10, Camino de regreso.
Debido a la llegada de la Covid 19 y gracias al curso recibido, he comenzado a incursionar seriamente en la literatura. He escrito 16 relatos y uno de ellos da fe del recorrido que hablé. En estos momentos estoy con la incertidumbre de si: ¿Elijo usar en mi favor tal poder, o elijo ayudar por el simple hecho de hacer el bien? Todavía no sé si estoy completamente lista para no caer nuevamente en la travesía del umbral.
De haber conocido antes todo lo que ha narrado, me hubiese ayudado a superar sucesos pero no a evitarlos. Aprender a lograrlo es difícil. Como bien explica la frase que escribe: “Aquello a lo que te resistes, persiste”.
He leído varios libros de autoayuda que hablan de cosas semejantes; y aprendí, que es necesario crear formas de vivir que se conviertan en hábitos para lograr esas metas. Hasta ahora no lo logro. Digo lo voy a hacer y cuando me suceden, reacciono diferente a como quería. Después a darse cabezazos. Y de tanto sucederme, creo que estoy dando los primeros pasos para entrar a la etapa 12, Retorno con el elixir.
¡Me encantó su relato! ¡Me dejó iluminada!
¡¡¡Gracias………….!!!
Eloida, muchas gracias por leer y comentar. Me alegro de que el post haya sido tan iluminador para ti y también que el curso online te haya animado a escribir tan ingente producción 🙂
Como bien dices, los sucesos de nuestra vida no son para evitarlos, sino para atravesarlos y crecer. Este mapa de la vida, que lo es también de la escritura, es altamente esclarecedor y potente. Tomar conciencia de las etapas que cruzamos, cómo lo hacemos y a qué trampas nos enfrentamos es un primer paso esencial. Tal vez el más importante.
Lograr metas es el objetivo; evitar que ante el crecimiento nos detengan los “guardianes del umbral” es el recorrido para alcanzarlas. Como dicen los estoicos “No hay obstáculos en tu camino… los obstáculos son el camino”. Un fuerte abrazo y mucha fuerza en tus pasos 😀
Hola, Alejandro! Mientras leía tu post recordé que ya hace tiempo, hice una comparativa acerca del viaje del héroe y mi recuperación/transformación al perder la mayor parte de mi vista. Y aunque muchas veces preferirás esconderte, o querrás echarte a correr, lo cierto es que a donde sea que decidas huir, aquello de lo que intentas escapar irá contigo. Porque lo importante no es ordenar el caos, sino aprender a navegar en sus aguas turbulentas, pues solo en la oscuridad más profunda, notarás cuanto es lo que tu espíritu puede llegar a brillar.
En efecto, Yaz, utilizar el viaje del héroe para reflexionar y extraer conclusiones sobre la propia experiencia es un gran ejercicio de autoconocimiento que siempre trae buenos aprendizajes. Es en la oscuridad donde la luz cobra sentido. Huir nunca es solución porque uno no puede escapar de sí mismo: tarde o temprano, aquello que no se soluciona o no se integra acaba por alcanzarnos, haciéndose tan grande que es imposible no afrontarlo. En cierta manera, saber moverse en el caos es una forma de ordenarlo o, como mínimo, de llegar a entender el orden oculto que encierra. Un saludo, y muchas gracias por comentar 🙂
Saludos Alejandro muy identificado y sorprendido,porque ésta valiosa informacion me llega en el momento en el que decidi dejarme seducir por mi imaginacion em pujado por los resortes de mi creatividad y he empezado a escribir mi primera novela. Y el material que has mandado es una especie de manual universal, de como la humanidad se ha relacionado con el mundo en sus diferentes etapas, edades climas y regiones. Comunicarse es de las primeras necesidades del hombre y no necesariamente hay que tener cierta edad para poder narrar alguna experiencia o vivencia, el recorrido del guerrero ya es realizado por muchos jovenes que sin tener mas de veinte años, aglutinan mucho recorrido y un sin numero de experiencias, que algunos siente la necesidad de darlas a conocer y tienen el don para hacerlo y van mejorando con la practica, de contar y narrar historias, novelas, cuentos cortos, largos, momentos vividos o historias escuchadas que florecen con palabras. Un excelente manual que a mi pensar, no pederá vigencia en mucho tiempo. Saludos desde Venezuela.
Gracias por leer y comentar, Gabriel, me alegro de que te haya sido útil. En efecto, esta estructura narrativa es un manual prácticamente universal para contar historias y dudo que vaya a quedar obsoleto en mucho tiempo. La humanidad tiene que dar un salto evolutivo gigante para dejar atrás esta forma de entender la vida y, por tanto, la narrativa. ¡Un saludo!
Alejandro gracias por este monumental aporte. Un abrazo.
Gracias también a ti por acogerlo y por la valoración, Orlando. ¡Un saludo!
Muy bueno y te digo que siempre sigo mis sentidos e intuicion, muy pocas veces le respondo a la mente. Consulto con mi yo interno y me ilumina el alma.
Gracias por comentar, Silvia, me alegro de que te haya gustado. Estoy de acuerdo contigo, la mente es una herramienta y la intuición otra. Lo ideal es la perfecta combinación de ambas y eso, para mí, es la sabiduría del yo interno 😉 ¡Un saludo!
Este capítulo ofrece el autor, como texto de auto ayuda para motivar a escritores noveles e inspirarlos a tomar sus propias vidas como el tema más de primera mano y con mayor fuerza creativa por lo emocional y muy lleno de vivencias y circunstancias que lo hacen diferente; y una historia individual bien contada, que junto a otras hace la historia común de la humanidad; y que al compartirla aumenta la cultura y la unicidad del género humano. Y ahora más que nunca necesaria la comprensión de la unidad y solidaridad frente a un velo que cubre la comedia o tragedia que está por representarse en los escenarios de los próximos, días, meses y años; posiblemente mostrará nuevos héroes y heroínas que si son contadas sus particulares historias podrían sentar una base filosófica y existencial de un humanismo nuevo y un servicio a los demás como la amalgama para crear una sociedad sin diferencias ni divisiones de ninguna forma. Por otra parte muestra generosamente un esquema de su propia vida como cosecha para entregarla a otros e impulsarlos a atreverse…y eello es lo más importante en la vida de un héroe.
Gracias por leer y comentar, José. Solo un matiz respecto a tu comentario: no lo llamaría “autoayuda”, sino autoconocimiento. Porque, al final, el resultado de recorrer el camino es que uno realiza un arco de transformación personal que le lleva a conocerse a sí mismo. Lo que se haga con ese conocimiento es responsabilidad de cada cual, pues solo es conocimiento: uno decide si lo emplea para crecer o para autodestruirse. Todas las opciones son abiertas. Personalmente opino como tú y creo que una de las claves del periplo del héroe es que cuando retorna se convierte en mentor de quienes han sentido la llamada y dudan ante el umbral. Es así como el ser humano avanza y progresa hacia la autocreación, en lugar de hacerlo hacia la autodestrucción. ¡Un saludo!
Muy interesante, gracias por ilustrarnos con su valioso conocimiento. La narrativa es un río desbordado que arrastra consigo infinitas historias, que por la dinámica de sus movimientos se pueden entrelazar a voluntad o involuntariamente… es cuestión del narrador saltar en ese río y buscar el mejor camino que le lleve sano y salvo a la orilla con la mejo historia en su espalda, Saludos cordiales.
Interesante metáfora, Luis, me sugiere algo así como tirarse al río de la vida para pescar una buena historia. ¡Gracias por leer y participar!
Yo no veo mi vida como un viaje heróico sino como un ciclo perpetuo en el que como un reloj parto de las doce en punto hasta regresar a las doce en punto. Cada hora en ese reloj me presenta una tarea que debe cumplirse, una responsabilidad importante. El heroe o heroína en mi casos podría decidir no hacer ese viaje y tomar otro camino, yo en cambio no puedo tomar otro camino porque no puedo simplemente dejar de lado lo que forma parte de mi vida, la responsabilidad de ser Yo misma.
Es solo una opinión.
Hola, Katalina, gracias por leer y participar 🙂 Como bien dices, tienes la responsabilidad de ser tú misma. Lo cual no implica responsabilidad hacia nadie más, excepto la que uno mismo decida atribuirse. Siempre es una cuestión de decisión y de responsabilizarse de la propia vida. Hay umbrales que permanecen siempre abiertos y otros que se cierran ante la mínima duda, por eso conviene estar alerta. ¡Un saludo!
Muchas gracias Alejandro por el magno desarrollo de “el viaje del héroe”, aunque ya lo conocía, siempre ha sido para mí, la Biblia para lanzarme a escribir; los pasos a seguir, las claves, las tramas, los personajes, las debilidades, …
Es un clásico imprescindible, muy bien sintetizado con tus palabras!
Recibe un afectuoso saludo, Juanjo @juanjosorilluch
Así es, Juanjo, el ABC del buen narrador es el periplo heroico. Aunque luego lo utilicemos según nuestro propio estilo, incluso le podamos dar la vuelta, contiene la base de lo que significa contar una historia 🙂 Y, como dejo constancia en el artículo, para mí es mucho más que eso. Un saludo, gracias por leer y comentar.
Buenos días, Alejandro,
Te felicito por este post, tan extenso y tan bien explicado.
Me ha descubierto una forma distinta de contar historias.
Y sobre todo pare entender mi vida a nivel más personal.
Muchas gracias.
Te continúo siguiendo.
Un placer haberte sido útil, Helena, gracias también a ti por leer y participar 🙂
Hola Alejandro:
Magnifica reflexion en el conjunto del contenido. La cuestion es que yo estoy trabajando en un proyecto, sobre la realidad de lo que estamos viviendo, de la vida misma y ahi no veo que ayuda o colaboración puedas aportar. Porque cada uno ve la realidad, desde su realidad. Lo dificil es transmitir el mensaje para crear conciencia, algo que en la actualidad es privilegio de una minoría muy minoritaria.
Saludos.
Hola, Saturnino. Como repito hasta la saciedad en este sitio, la vida es una gran historia y ser escritor consiste en saber contarla. Contar con herramientas objetivas para hacerlo de una forma interesante no resta subjetividad, al contrario: la práctica de las mismas conduce a la expresión de un estilo propio, único y particular. Lo difícil de verdad es ser lo bastante hábil como para insertar de forma sutil un mensaje que despierte conciencias, sin activar el “modo escudo” del receptor ante un sermón aleccionador. Trabajo de toda una vida, en realidad. En el apartado de CURSOS de esta misma web, encontrarás propuestas para caminar en esa dirección, si gustas. Un cordial saludo y muchas gracias por leer y participar.
Este es un contenido vital para el autoconocimiento y para emprender un nuevo camino.
Muchas gracias por leer y comentar, Damary 🙂 Me alegro de que te haya gustado y mucho más de que lo encuentres útil. ¡Un abrazo!
He leído muchos artículos sobre el viaje del héroe, pero ninguno con la profundidad y la utilidad práctica para la vida personal como éste. Me he deleitado leyéndolo y, mientras avanzaba, mi mente hacía un acelerado viaje por mi vida… y se dibujaron las etapas de ese viaje frente a mi.
Mientras escribo este comentario, no encuentro una palabra de halago que le haga justicia a la esencia y contenido de este post.
De verdad, muchas gracias por compartirlo. Es de los mejores contenidos que he leído, en mucho tiempo, en un blog.
Qué útil me ha sido!
Muchísimas gracias, Consuelo. Se ha hablado en infinidad de lugares sobre la jornada del héroe y creo que darle este enfoque al artículo va más allá de lo que significa para la narrativa esta estructura. Para mí, ya no existe diferencia entre las herramientas de la escritura y aprendizajes para la vida… y viceversa 😉 Somos lo que escribimos y escribimos lo que somos, esa es la filosofía central de todo este proyecto. Me alegro de que te haya gustado tanto, muchísimas gracias por leer y comentar.
Hola, Alejandro. Muy interesante. Conocía esta estructura pero es cierto que ahora la entiendo mejor.
Saludos
Hola, Teresa, gracias por pasarte y comentar. Me alegro de que te haya aclarado algunos puntos que igual no terminabas de ver 🙂 ¡Un saludo!