¿Conoces la fábula del marshmallow?
Para quien no lo sepa, en Estados Unidos un marshmallow es esa golosina que en España conocemos como nube y en otros países hispanohablantes como malvavisco.
La fábula del marshmallow proviene de estudios realizados en los años 60 y 70 en la Universidad de Stanford, en el cual dejaron a niños de entre 7 y 9 años en una habitación con uno de estos dulces.
La prueba consistía en observar las causas por las que unos niños comían la golosina y otros no, en función de esta premisa:
Si no se comían el marshmallow, en unos quince minutos tendrían dos. Si lo comían, no se les daría otro.
Cuando tienes entre siete y nueve años ¡quince minutos frente a una golosina que no puedes comer es una eternidad!
Algunos niños resistían y otros no.
Quienes preferían dos golosinas y sabían demorar el placer, conseguían doblar su recompensa.
Quienes preferían dos golosinas pero no resistían la tentación o los que se conformaban con una, obtenían gratificación instantánea y nada más.
Lo sorprendente del experimiento es que, años después, pudieron determinar que aquellos que fueron capaces de resistirse eran, en un alto porcentaje, personas de éxito en la vida.
Tenían buenos empleos, más dinero y posición social, familias más equilibradas y en definitiva eran más felices.
La mayoría de los niños que sucumbieron a la tentación y comieron el dulce, tenían dificultades económicas, empleos precarios y por lo general se sentían menos afortunadas.
Con perfiles sociales, intelectuales y culturales del mismo nivel, lo que había determinado su éxito en la vida había sido la capacidad para resistirse al marshmallow.
Es decir, su capacidad para posponer la recompensa.
Este comportamiento, extrapolado al resto de decisiones en la vida, podía conducir a una vida de éxito o una vida más complicada.
Todo esto lo supe gracias al libro La fábula del marshmallow que he releído hace poco.
Si todavía no has adivinado por qué te cuento esto, oh sagaz lector, puedes preguntártelo con libertad.
Escribo este post motivado por la gran cantidad de emails que recibo al cabo de la semana preguntándome lo siguiente:
¿Qué me aconseja hacer para publicar mi libro?
La respuesta a esta pregunta acostumbra a ser invariable:
Te aconsejo que sigas el proceso lógico editorial… ni más, ni menos.
¿Por qué esta respuesta? Es muy, pero que muy sencillo.
Has escrito un libro y ardes en deseos de publicar. Llevas muchos años soñando con hacerlo.
Ya casi puedes notar en tus manos el tacto de unas cubiertas rígidas, el olor de la tinta recién impresa y tu novela en negro sobre blanco a lo largo de 340 páginas en papel ahuesado.
En la portada, tu nombre bien grande sobre el título, en la solapas una foto tuya con una breve reseña biográfica y en la contraportada la sinopsis de tu novela…
Te imaginas en una librería firmando ejemplares a tus amigos, familiares y una larga fila de lectores deseosos de obtener un ejemplar.
¿Qué suele pasar en esta parte? Envías tu manuscrito a una lista de editores o agentes literarios siguiendo, claro, los consejos de mi otro post cómo dirigirte a un editor sin hacer el pardillo.
Y un buen día recibes respuesta de una editorial.
¡Premio! Les ha gustado tu original y quieren publicarte.
¡No cabes en ti de alegría, lo lograste!
Vas a publicar una novela por fin, la emoción te embarga… solo existe una condición: debido a las condiciones del mercado, la editorial está dispuesta a publicarte si ayudas a financiar la edición.
Es decir, tú pagas una parte de los gastos de edición e impresión y luego recuperas tu dinero vendiendo ejemplares.
Tal vez no es lo que esperabas, pero ¡qué diantre! Es tu sueño hecho realidad… claro que sí.
Así que llevas adelante el proyecto, publicas tu libro y cumples tu sueño. Tienes tu libro en las manos, tu nombre en la portada, el olor de la tinta y todo eso.
Incluso el día de la presentación tienes una larga fila de lectores ávidos de adquirir un ejemplar firmado.
Es tal vez el mejor día de tu vida.
Vale, y al día siguiente o al cabo de tres meses, ¿qué?
Ya no vendes libros, casi nadie te recuerda, no has recuperado la inversión que hiciste al publicar… pero cumpliste tu sueño ¿verdad?
¿Verdad?
¿Por qué sientes entonces que te falta algo?
¿Es que nunca tenemos bastante? ¿Una vez cumplimos los sueños queremos más y más y más?
¿Dónde está el límite de la satisfacción? ¿Qué necesitamos para sentirnos plenos de una manera definitiva? ¿Es posible lograr esta plenitud?
No tengo las respuestas a estas preguntas.
Si tu sueño es ese, fantástico, enhorabuena, lo conseguiste, aunque…
¿Es posible que tu sueño REAL sea convertirte en un escritor o escritora de prestigio?
¿Deseas firmar ejemplares y que todo el mundo te alabe? ¿O prefieres que te perciban como alguien que impacta vidas con su escritura?
¿Prefieres la fama pasajera o la gloria del que será leído mucho después de su muerte?
Las razones por las cuales uno escribe las sabe cada uno y cada uno es libre de escribir por lo que le da la gana ¡faltaría más!
Pero…
publicar un libro llevado por la ilusión y el sueño de publicar es comerse el marshmallow antes de conseguir otro.
Saber demorar el momento de publicar hasta que sea el momento oportuno, es saber demorar la gratificación.
De las personas que me escriben a diario pidiendo consejo, me sorprende la cantidad de ellos que no pasan de los dieciséis años.
¡Dieciséis años! ¿Y ya quieres publicar una novela a los dieciséis, alma cándida? ¿Para qué?
¿En qué consiste no saltarse el proceso lógico editorial?
En primer lugar, todo libro antes de ser publicado tiene que pasar por las manos de un editor.
Sí. Aunque no vayas a publicar con una editorial necesitas la revisión de tu texto.
Es más, te diré otra cosa: necesitas esa revisión antes incluso de enviar tu manuscrito a un editor o agente.
No me creas a mí, prueba a hacerlo: envía un original sin revisar a un editor o agencia literaria y espera su respuesta.
Y ármate de paciencia, que va para largo.
Si te responden algún día, será para una de estas dos cosas:
- Rechazar tu manuscrito.
- Proponerte una coedición.
Y si obtienes una respuesta diferente, explícamelo en los comentarios de aquí abajo. Seré el primero en felicitarte y comerme mis palabras.
—Bueno , publicaré en Amazon—. Puedes decirme.
Eso sería comerte el marshmallow y tienes todo el derecho a hacerlo.
En Amazon es más rápido todo el proceso y más fugaz la recompensa.
Entonces ¿qué es necesario hacer para obtener dos marshmallows?
Personalmente, aparte de no saltarte el proceso de la cadena editorial, te recomiendo mucho que vayas planeando una estrategia de publicación.
Una estrategia a largo plazo.
Te interesa también crear y mantener un blog, cultivar relaciones con otros escritores, dominar el uso adecuado de las redes sociales y otros aspectos del Oficio de Escritor.
Nada, insignificancias como dominar la técnica creativa, potenciar la creatividad, conocer el funcionamiento del sector editorial y otras menudencias (modo ironía on).
Resumiendo…
Cuidado con los desaprensivos que intentarán aprovecharse de tus sueños sobre publicar para vaciarte la cartera.
Saben que estás deseando comerte el marshmallow y saben cómo jugar con eso.
Planifica tus pasos con cuidado y a largo plazo. Y procura que esos pasos estén alineados con tus deseos verdaderos, no con ilusiones pasajeras.
Adquiere las habilidades y domina las herramientas propias del Oficio de Escritor, si quieres pasar de ser alguien que escribe para escribir en serio.
¿Sabes cuál puede ser el motivo para que unos pocos terminen por alcanzar sus objetivos y la gran mayoría se quede en el camino?
No hay una respuesta definitiva para cada persona, pero estoy convencido de que comerse inmediatamente el marshmallow o saber esperar tiene algo que ver.
Si quieres que te oriente en este a veces complicado mundo de la escritura, echa un vistazo a cómo puedo ayudarte.
Gracias por leer, espero que te haya resultado útil este post y que te animes a escribirme para consultar tus mejores opciones a la hora de publicar.
Más que ayudarme, me vi completamente reflejado en este post, en cada una de las etapas que describes.
Duro de admitir, pero yo caí en la trampa de la coedición. Obviamente no sabía lo que sé ahora, y fui una víctima fácil.
“Aceptaron” mi segunda novela, la cual no era mala para ese momento en que sólo tenía tres. Pero ahora que ya tengo terminadas mi cuarta y quinta novela, me doy cuenta (ya con más experiencia) que esa segunda novela que me coeditaron, no tenía que haber sido aceptada por ninguna editorial que se respetara.
Así que caí en la trampa, publiqué antes de tiempo, con una novela que aún no estaba a la altura, y sigo sin poder terminar de recuperar mi inversión.
Si hubiera leido esté articulo hace tres años, si hubiera sabido lo que ahora sé sobre amazon y cómo desenvolverme en él, todo habría sido muy diferente y no habría caído en la tentación del malvavisco antes de tiempo.
Excelente artículo!!!
En mi caso, estoy escribiendo dos libros: uno de cuentos y otro de poemas.Este post, aunque no estoy escribiendo una novela, me ha dado la paciencia suficiente como para poder enfocarme en la calidad de estos libros y aprender las otras áreas que se necesita saber para ejercer con efectividad el Oficio de Escribir.
Muchas gracias, Alejandro, por hacerme entender, a través de este post (al igual que tu blog), que el Oficio de Escritor va mucho más allá que el mero hecho de escribir. De paso también agradezco tus valiosos contenidos que envías a mi e-mail.
Saludos desde Panamá.
Como siempre, muy interesante lo tuyo, Alejandro, aunque no es nada nuevo lo que comentas. Está probado que hay mucha gente que quiere escribir y piensa que es como cortar el pasto, que es animarse, y ya está. Incluso leo sobre autores renombrados mundialmente que escriben bien, pero lo que dicen no tiene sentido común, se contradicen, tiran propuestas ideales que no tienen aplicación… pero son apalancados y por eso, son famosos, y venden.
Yo no quiero ser uno de ésos; prefiero la calidad a la cantidad. Tengo ya cuatro libros editados y se venden bien y en forma constante dentro de mi limitado ámbito, pues me he visto obligado a hacerme cargo personalmente de la cadena debido a las estafas (que ya me las han hecho), a los que te cuentan que son especialistas pero apenas son principiantes chapuceros y todo eso que es muy común en Argentina.
Ya he recuperado el dinero invertido y estafado, y el proyecto continúa. Gracias por tus consejos, que son muy acertados; fuiste uno de los que me dio el empujón para comenzar. Un abrazo desde el fin del mundo.
Orgulloso de haberte motivado, Emilio… lamento que te hayan estafado, siempre hay que ir con mil ojos. Por desgracia, siempre hay desaprensivos que se aprovechan de las ilusiones ajenas para hacer caja. Varios de mis seguidores y alumnos también han sufrido algún tipo de engaño en el sector, por eso una de mis mayores satisfacciones es poderles orientar por caminos más seguros. También estoy a favor de la calidad por encima de la cantidad, por descontado. Gracias por comentar, recibe un afectuoso saludo.
Hace poco encontré este blog y me está resultando muy intersante, gracias por los consejos, yo me comí la golosina en varias ocasiones sin esperar… y me estrellé, ahora me lo estoy tomando con más calma en mi nueva novela y espero que sea para bien aunque tal vez sea un poco tarde para levantar la tapa de la tumba que yo solito me cavé… un saludo
Pepe
Creo que nunca es tarde, Pepe. Tal vez necesites remontar a contracorriente y te cueste un poco, pero haciendo las cosas bien puedes llegar a nuevos lectores e incluso recuperar los que has podido perder en el camino. Somos humanos, cometemos errores y, por lo general, sabemos “perdonar” a quienes los han cometido. Ánimo y lucha por tu sueño, amigo. Un saludo, muchas gracias por pasarte y comentar.
Alejandro! Llevaba tiempo sin pasar por tu blog! El primer día que pasé por acá, recién terminaba de escribir mi historia, como olvidarlo! Y hoy ya pasaron tres años y todavia no he publicado, pero tampoco lo he intentado, pues sé que es un camino difícil. Sin embargo, puedo decir que mi historia ha sido perfeccionada casi en su totalidad. Y en parte te lo debo a ti, por que me has enseñado a ser paciente. Espero obtener dos caramelos, si no la espera habrá sido en vano. Saludos desde Argentina.
Un saludo, Nacho, toda espera merece la pena, ya verás. Permanece alerta porque en breve comunicaré cómo puedo ayudar a los escritores independientes y noveles a publicar, ok? ¡Saludos!
¡Hola! No hace mucho encontré su blog y la disfruto mucho leyendo sus notas, así como también viendo los comentarios.
El marshmellow me pareció muy interesante. Igual estoy en la tentación pero prefiero mantenerlo lejos por el momento.
Igual me considero una principiante en escribir pero con el sueño de publicar o autopublicar un libro. Tengo algunos cuentos escritos de hace años en mis añorados cuadernos que conservo, no todos finalizados y no hace mucho decidí que era hora de darles vida. Lento pero seguro. He subido el primero a wattpad sin muchas expectativas ya que la temática no es de fanfiction.
La verdad varios de sus consejos me han ayudado a mi escritura (que aún me falta pulir) y a reconocer mis propios errores, que cuando escribo dejo que todo fluya y al pasar un día o dos, me dedico a corregir, cambiar, sacar, borrar lo que no aporta a mi historia hasta quedar en condiciones de ser leído aunque no quedo del todo satisfecha por más que lo revise (quizás soy muy autocrítica conmigo misma). Pero sigo escribiendo y repito el proceso por cada capítulo, ya que lo hago por que me gusta, deseosa de contar mis historias.
Espero algún día cumplir mi sueño, pero sé que necesito recorrer un largo camino todavía.
Y gracias nuevamente por su blog, tiene herramientas muy valiosas que me ayudan a perseguir mis sueños y a no caer en el intento.
Saludos desde Chile.
Encantada de saludarte de nuevo, querido Alejandro,
Ya no sé ni por dónde anda el taller, aunque recibo (eso sí) tus mensajes. Algún día de estos me ataré a la pata del escritorio y revisaré el material atrasado. Sé que lo haré, pero no sé cuándo. Bien, eso no importa pues tu método, flexible, me lo permite.
Sobre el experimento de las chucherías (del que había leído algo en un libro sobre inteligencia emocional) quisiera apuntar mi pero. Ya sabes cómo me gusta sacarle punta a los lapiceros…
Como suele pasar con las “americanadas” (del hemisferio Norte,entiéndase), siempre un mal paso de entrada que vuelve traspiés su conclusión. Intentaré explicarme: ¿todos esos niños disfrutaban de la misma dieta, se les permitían habitualmente los mismos caprichos o unos estaban más ansiosos por privaciones y otros más colmados?
Yo pillé una gominola y después otra. No me atraganté ni me quedé en la nube.
¿Haber esperado? Tal vez, o ¿se me habría hecho la boca agua de salivar? Por si acaso, que me quiten lo editado, mejor chuche en mano que volando.
Y seguir, sin empaches y hasta sin complejos, criando paciencia para mejorar la siguiente.
1 abrazo y 1000 gracias.
Un saludo, Laura, como siempre un placer debatir contigo. No niego que el experimento tiene sus puntos flacos, por supuesto. Pero a mí, en verdad lo que me interesa es la metáfora, no la parte científica 🙂 No abogo casi nunca por la autopublicación con fines narcisistas. Para que el autor vea su nombre en la portada de un libro siempre hay tiempo, pero para publicar un libro cada dos o tres años y crearse un prestigio de autor literario hay que hilar muy, pero que muy fino. Autopublicar puede ser una excelente estrategia de visibilidad si se orquesta bien… pero una nefasta campaña en contra si se hace mal, lo que suele ser casi siempre.
Y desde luego, siempre habrá excepciones que puedan confirmar la regla 😀 Todavía se ha de conocer el estudio que garantice un 100% de fiabilidad, como mínimo siempre tiene que haber un 2% de margen para el error. Pero como digo, casi siempre es más interesante la metáfora. Será que soy de letras y los números nunca se me dieron especialmente bien. ¡Un abrazo, Laura!
1abrazo para ti. Hace 1 año que nos vimos en Sant Jordi… Bah, ya sabes que me gusta debatir, a lo tonto.
Laura, este año no he podido organizar nada porque voy hasta arriba de trabajo y otras historias… ¡pero he echado de menos poder encontrarnos otra vez! La verdad es que para mí fue genial poder conoceros a unos cuantos en persona y me hubiera gustado repetirlo. Espero que el año próximo podamos coincidir de nuevo. Un abrazo, my friend, y ya sabes que puedes venir a debatir cuando quieras y de lo que quieras… a lo loco o no, siempre es un placer tenerte por aquí. ¡Un abrazo!
Por eso del contrapunto es por lo que me gusta debatir. 1 abrazo.
Hola, como siempre muy interesante y ameno tu post. No hay que precipitarse, tampoco dormirse en un sueño. Quizás eso dependa de cada persona, como se vaya preparando tanto a nivel escritura como emocional. Un camino largo, cierto. Pero los retos son los que nos hacen fuertes y seguir en la senda.
Gracias por compartir tan interesantes artículos, con tanta claridad y con ese lenguaje motivador.
Saludos
Rosa
Gracias también a ti, Rosa, por pasarte y comentar los post. Precipitarse, nunca… y menos en el sector editorial, en el cual el tiempo discurre a otro ritmo. La paciencia es la primera virtud que necesita un escritor cuando envía su manuscrito 🙂 Y por cierto ¡me incluyo en el grupo de los que reciben originales y se toman tiempo! Siempre hay mucho que leer, analizar, comentar y ordenar… en fin: paciencia 🙂 Un abrazo.
Hola Alejandro, casi nunca te comento pero te aseguro que leo todas las entradas del Blog. Como escritor novato, me ayudan muchísimo todos los consejos que das. Poco a poco voy mejorando, y en parte es gracias a ti. Un saludo muy grande!!
Hola arcriker, gracias por leerme y comentar 😀 Me alegro de que vayas mejorando y que sea en parte gracias a mis consejos. De aquí, hacia arriba siempre. ¡Un abrazo!
La verdad que son muchas las preguntas que uno se hace. Y las respuestas las tenemos en nuestra cabeza. Es difícil el oficio de escritor. Yo espero lograrlo algún día. Y como dices… hay que de a poco, un escalón por ves. Son muchas las cosas a tener en cuenta. Gracias por esta información… La tendré muy en cuenta!
Pues son muchas cosas, la verdad… yo creo que ni siquiera se pueden abarcar todas de una vez, por eso es mejor ir con pies de plomo y mirar muy bien dónde se pisa. Gracias también a ti por pasarte y comentar, Gaby. Saludos!
¿Consultoría express? ¿De qué estás hablando, Willis? 🙂
yo aun no me como el malvavisco ni nada , de hecho aun estoy en la planificacion de mi escrito , y deverdad me ayudas mucho con todo lo que publicas 😀 saludos desde Guadalajara México
jejeje, gracias, Billy… no tengas ninguna prisa. Un saludo desde Barcelona, la de España 😉
Hace unos años autopubliqué mi primera novela, y sí, fue ese dichoso primer y único marshmallow que me comí. Hay que armarse de paciencia y esperar, seguir trabajando y nunca dejar de soñar.
Gracias por comentar, Nay 🙂 Es que la tentación siempre es difícil de resistir! No tires la toalla, eso nunca… con el tiempo, vas viendo en qué merece invertir el tiempo y el dinero y en qué no. Un saludo, bienvenida a la tribu!
Como dicen por allí lo primero es lo primero, y lo primero que quiero decirte, es que yo te he escrito desde hace tiempo del año pasado, y me ofreciste esa oportunidad de los 27 euros, yo no se cuando vas a cerrarla pero por lo menos por derecho de antiguedad, permanecela abierta para mi ja.ja,ja.
Pero en serio este post como todos los tuyos muy bueno, excelente, fijate que a mi en lo personal me sucedio una experiencia del angélito (como le llamamos en Guatemala) o malvadisco, porque cuando inicie a urgar en la red el tema literario, me tope con una empresa de crowdfunding, y la oferta de ellos me pareció genial, sin corregir mi novela ni nada les escribi, pero tuve problemas técnicos que solo Dios los pone y no me pude seguir comunicando con ellos, luego cuando lo volvi a intentar ellos ya no me respondieron. Pasaron como diez meses en los cuales he leido todo lo que puedo sobre el tema, me puse ya con todo ese nuevo conocimiento a revisar la novela y, encontre que era un desastre lo que yo pensaba que era la septima maravilla. Pero luego un día de final de octubre 2014 me escribe la empresa dieciendome que les envie el manuscrito, yo respondo que lo tengo en revisión, y que esperen, luego como a lo sumo dos meses más tarde me escriben y me dicen que han decidido subir mi novela para que empiece a ganar mecenas, ponen una portada que ellos fabricaron con una introducción que yo les envie, y me dicen que necesitan mi foto, una pequeña biografia, y que les envie el texto completo, Pero no me pareció muy coherente todo, porque yo sin pedirles que hicieran la portada, sin autorización ellos la hicieron, estaba bella, pero lo sentí como el malvadisco, aparte del hecho, que como van a publicitar una novela que no conocen, que no saben su contenido, si es bueno, malo, interesante o aburrido, etc. Total me dieron un plazo de ocho días para subir el texto, y no lo hice. Porque pienso que no estaba terminado, por un lado y por otro no me gusto el método de la empresa.
La verdad no me quiero apresurar a publicar, se que es algo serio, que lo quiero hacer no solo para tener éxito como escritor, sino para que me recuerden por lo menos en mi país en la posteridad. Y para hacer algo que perdure en el tiempo tiene que ser algo muy bueno. Si comparto tu opinión en que es necesaria asesoría como todo en la vida de lo cual no somos especialistas.
Claro que hay que tirarse al agua, pero no a siegas, yo lo hare pero debidamente asesorado.
A propósito, quisiera que me enviaras nuevamente el post sobre que incluye los 27 euros, si no te molesta. Yo si te suplico que me ayudes, porque quiero publicar pero aqui en el tercer mundo la situación económica es cada día más crítica.
Hola Jaime, ante todo gracias por pasarte y comentar. En efecto, como nunca me canso de avisar, hay muchos desaprensivos que pretenden aprovecharse de las ilusiones ajenas para hacer dinero. Cada uno tiene su método, unos más sutiles que otros. ¿Cómo te ofrecieron un mecenazgo sin haber leído tu obra? Cuanto menos, sospechoso. Vaya, tiene toda la pinta de ser una trampa del estilo “toma el dinero y corre“… publicar un libro es algo delicado que muchos escritores se toman a la ligera. Me alegro de que tú no 🙂 El lunes te enviaré la información de nuevo para la consultoría express. Te recomiendo que no te lo pienses mucho más, porque el día menos pensado la suprimo o le subo el precio, porque tal como está ahora me desborda de trabajo. Igual para mediados de marzo le doy tijeretazo 😀 Un saludo, Jaime!
Este estudio, desde mi punto de vista, es interesante pero no del todo fiable. Porque se basa en datos estadísticos y siempre, siempre hay excepciones y variables en los resultados. Por ejemplo, si uno quiere aprender a nadar, no puede quedarse en la orilla, leer unos cuantos libros sobre como hay que mover los brazos para mantenerse a flote, o escuchar los consejos de otros nadadores sobre cómo hay que hacerlo. Para aprender a nadar hay que tirarse al agua, pero hay que tirarse con cuidado para no ahogarse.
Es cierto que son dos cosas distintas, escribir novelas y nadar, pero tienen muchas cosas en común, aplicables en diversos ámbitos.
Para aprender a escribir solo tienes que ir al instituto, pero para aprender a narrar tienes que leer, y mucho, estudiar los “trucos” y las distintas técnicas del estilo narrativo, saber qué se puede hacer y qué no. Todo eso se aprende, pero, por desgracia, no todos tienen acceso a un contenido como el que tú ofreces Alejandro para formarse. No todos tienen tiempo suficiente para seguir talleres, que bien sabes lo molestos que se vuelven cuando debes acudir a un aula, razón de porqué considero perfectos desde el punto de vista estratégico tus talleres ya que los ofreces online y sin necesidad de que el alumno se desplace e invierta mucho tiempo, o, simplemente no tienen conocimiento de que no lo están haciendo del todo bien. Creo que todos conocemos el ego humano, que muchas veces nos ciega tanto que no nos permite ver la realidad. ¿Cómo podrían, entonces, aprender esas personas? ¿Están condenados al fracaso? El único modo es comerse el marshmallow o tirarse a la piscina. A veces hay que cometer errores para aprender a enmendarlos o al menos evitar volver a cometerlos en el futuro. ¿Qué quiero decir con eso? Es muy sencillo. Tomar una mala decisión y publicar sin estar preparado, según el caso, no tiene por qué ser el fin de tu carrera como autor o un indicio del “futuro” fracaso. En el caso de un escritor novel yo considero que es mil veces peor escribir y publicar una novela mala, cuya trama te aburre, hace que te duermas conforme te adentras entre sus páginas. Creo que eso es mucho más difícil de superar y volver a encauzar tu carrera como escritor, que cuando publicas una novela con “novatadas”, errores gramaticales o de estilo que surgen para todo escritor novato (siempre y cuando no conviertan el texto en ilegible). Por desgracia no está al alcance de todos el formarse como es debido antes de publicar y dominar al completo las técnicas narrativas. Repito, no todos pueden tener la suerte de descubrir a alguien cómo tú, Alejandro, que les enseñe, por tanto han de ser autodidactas. Muchas veces tienen que tirarse a la piscina y mover los brazos para aprender. Y luego enmendar o evitar volver a corregir los errores. Mi experiencia en la vida me ha enseñado que lo imposible solo existe hasta que alguien decida convertir lo imposible en posible. Dicho esto, hay que ser cautos o, si no hemos nacido con ese “don”, hay que aprender a serlo.
Tienes razón en al menos el noventa por ciento de lo que dices, Cosmin 🙂 Solo quiero matizar un par de cosas que has tenido la agudeza de ver y señalar. En efecto, muchas veces es preferible hacer algo aunque sea mal y aprender del error que no hacer absolutamente nada. Yo me he comido muchos marshmallows de manera precipitada. La clave es aprender a base de años a esperar la mejor oportunidad. Y ni siquiera así se acierta siempre 🙂
Por otro lado, publicar sin estar preparado para hacerlo tiene muchas lecturas. ¿Cuándo está un autor o un texto preparado para publicar? Pues en la mayoría de los casos se sabe a ciencia cierta: el paso a seguir es inexcusable y el no tener dinero para darlo no vale como pretexto para saltárselo. Este primer paso es encargar una valoración a un editor que pueda indicar las mejoras que se deben hacer… si fuera necesario hacerlas, claro. Tampoco es excusa no tener dinero no pagar una corrección ortotipográfica. Si alguien quiere montar un negocio, algo de dinero tiene que invertir. Si no son diez mil euros, tendrán que ser mil o quinientos, pero sin una inversión mínima no montas una empresa. De la misma forma, si quiero autopublicar un libro y no puedo pagar el proceso lógico editorial (revisión editorial y correcciones), no podré publicar un libro: lo que publicaré será un texto y un texto no es un libro. Si no puedo publicar hoy, ahorro y publico el mes que viene. O me busco la vida con un crowdfunding. Pero publico algo que construya mi prestigio como escritor, no que lo hunda.
¿Cursos y talleres? Bueno, no son imprescindibles y uno puede aprender de forma autodidacta. Tardará muchos más años y se equivocará más veces, pero poder claro que se puede. Ahora bien… lo que no comprendo es cómo un autor se gasta mil quinientos euros o muchos más en una autopublicación, sin haber pisado nunca un taller literario o al menos haber leído un mínimo sobre técnicas narrativas. Invertir esos mil quinientos euros en cursos y talleres es mucho más inteligente. Hacero al revés, Cosmin, es comerse el marshmallow antes de hora.
Es lógico que siempre habrá excepciones. El poeta Arthur Rimbaud escribió obras maestras de los ocho a los diecinueve años. Abandonó la literatura porque ya había dicho lo que debía decir. De vez en cuando, sale un genio que no necesita ni talleres, ni editores, ni corrección, ni nada. Vamos, que se comen el marshmallow y luego tienen éxito sin límite. Y al revés igual, por supuesto: no comérselo y fracasar es perfectamente posible. En esta vida no hay nada garantizado, solo pistas más o menos fiables.
Por cierto, aunque respeto tu punto de vista, no puedes poner como excusa la falta de tiempo o dinero para seguir mis cursos 🙂 Algunos de ellos son online y pueden seguirse al ritmo de cada participante. No hay fecha de inicio, ni final, ni exámenes, ni tareas que presentar. Y por precio, tampoco. Cuando hago el lanzamiento de un curso, durante la semana inicial suelen estar a la mitad de su precio o incluso menos. Solo hay que estar alerta. Y ahora mismo, ofrezco asesorías express de 45 minutos por solo 27 euros. Que, por cierto, muy pronto las suprimiré o las pondré al doble de precio porque no puedo con tantas y me saturo de trabajo. Si me dices que no puedes invertir 27 o 47 euros en tu camino de ser escritor… bueno, apaga y vámonos, compañero! 🙂
Un afectuoso saludo, Cosmin! Muchas gracias por pasarte y compartir.
No lo decía por tus cursos, lo decía por cursos que requieren un desplazamiento a un aula y unos gastos que no están al alcance de todos, ya no solo en cuanto al dinero, sino al tiempo. Tus cursos están bien precisamente por eso. Porque no hay que gastar un montón de tiempo para poder acudir a las clases.
En cuanto a lo de gastar antes 1500 euros o los que sea en talleres o en formarse, antes que en publicar un texto, tienes razón. El problema es que muchas veces creemos que lo que tenemos escrito es la caña, el próximo gran best seller del mercado, etc. Muchas veces ese es el problema, no el tomar necesariamente las decisiones equivocadas. No ser capaces de valorar como dios manda nuestros propios escritos creo yo que ha llevado a muchos a estrellarse al poco de publicar. Y en esto tienen la culpa “editoriales” (las comillas están por algo) que alaban tu texto y te dicen que quieren publicarlo porque tendrá muchas posibilidades de éxito, cuando lo único que buscan es sacar el dinero al autor. Al igual que las opiniones de amigos que, por no herir tus sentimientos, te dicen que el texto está genial. Así es como empiezas a vivir en una especie de mundo paralelo al mundo real. Y para un ser humano lo más fácil es vivir en una irrealidad que ofrece ese bienestar y la felicidad que uno busca. Lo malo es que es todo virtual. Es decir, si tú piensas que tu libro es la hostia, tus amigos te dice lo mismo, y encima un editor lo confirma, empiezas a vivir en lo alto de una nube y no consigues ver la realidad. Muchas veces solo dándote el batacazo, comiendo el marshmallow, logras darte cuenta de cuál es la realidad, y cambiar.
Es exacto lo que dices, amigo 🙂 Si te fijas bien en mis posts, eBooks e incluso el diseño de los cursos y servicios que tengo, hay siempre un mensaje claro que es prácticamente el único mensaje: imprescindible un punto de vista desinteresado y ajeno al proceso creativo, para que no te engañen pseudo editoriales y falsas agencias literarias. Hay desaprensivos que quieren aprovecharse de las ilusiones ajenas para exprimir el dinero a los aspirantes a escribir y publicar. Mucho cuidado con ellos. También las opiniones de amigos y familiares pueden estar condicionadas y, con toda su buena intención, perjudicar bastante. Yo intento ahorrar el batacazo a muchos y a veces debo ser brusco para ello. Lo siento, pero a menudo es así. Muchos se lo terminan dando o llegan a mí después de habérselo dado… bueno, todo tiene su momento. Hay que estar preparado para escuchar según qué y de según quién 🙂 Un saludo, Cosmin, gracias por este apasionante debate!!
Que tal Alejandro. Yo creo que también tiene que ver la perseverancia. No sólo con publicarlo en amazon ya somos escritores best seller. creo que debemos insistir de manera inteligente. Un post, el uso de las redes sociales, una pagina personal, etc. Y como dicen por ahí, nunca dejar de hablar de lo que hace uno sin llegar a fastidiar. un saludo.
En efecto, Daniel. Lo que yo defiendo siempre y siempre lo haré, es que subir un texto a Amazon no es publicar. Ser escritor y publicar es mucho más que eso. Un texto no es un libro. Se pueden subir buenos libros independientes a Amazon o a donde haga falta. Textos revisados, corregidos y maquetados, eso son los libros. Ese es el mejor marketing que puede hacerse: que el libro, impreso o en formato eBook, sea bueno en forma y contenido. Tal vez no perfecto, pero al menos bueno. Eso es la mitad del trabajo. Y, por favor ¡no ser el clásico escritor paliza de las redes sociales! Eso jamás 😀 Un saludo, gracias por comentar, compañero!
Soy de las personas que saben esperar y ya he tenido parte de mi recompensa solo con todo lo que he aprendido en tus tutoriales y en el Gran Reto. Pienso seguir aprendiendo y pronto conseguiré publicar “en serio”. En gran medida lo lograré gracias a tu apoyo y asesoría, Alex, y tú lo sabes. Pero como los demás no, pues se lo cuento.
Os cuento a todos que si queréis obtener resultados excelentes, trabajéis con profesionales excelentes, como Alejandro. Yo he escrito mi primera novela guiada por él. Y me ha quedado estupenda.
Ahora iré a por mi recompensa y, desde luego, pienso hacerlo con tu ayuda, Alex. Así que pronto hablaremos.
Un abrazo.
Desde luego, Edurne!! Ahí vamos con toda la artillería, claro que sí. La actitud es el noventa por ciento del éxito y soy testigo de que la tuya mueve montañas, compi 🙂 Muchas gracias por los elogios, aunque creo que el mérito de tu gran trabajo es tuyo y mi trabajo ha sido hacer aflorar todo ese potencial que siempre has tenido. Por mi parte ya tengo todo listo y el PC arreglado por fin, así que nos vemos cuando quieras! Un abrazo fuerte!
Hola Alejandro y muchas gracias por el increíble post! Yo fui de los niños que se comieron el marshmallow y soy de las personas a las que les gusta la “felicidad” inmediata, pero con la escritura me pasa distinto! Hasta llegar al punto en que estoy volviendo a escribir una saga de 500+ paginas solo para poder publicarla seriamente, la escribi en 4 años desde los 18 y ya llevo la mitad del primer libro. Ya te estare mandando un correo cuando termine el primer libro, todos tus artículos me han servido demasiado, desde los 3 errores mas comunes en novatos, pasando por el estilo, dialogos, 9 errores que no se deben cometer en una novela, hasta como corregir y no morir en el intento. Incluso vi los videos y me inscribi al curso online. Gracias Alejandro! Eres un grande!
Made, muchas gracias también a ti por estar ahí y devorar con tanto aprovechamiento el contenido que comparto. Me alegro de que los post te sean útiles. Comerse el marshmallow no es tan grave, lo importante de verdad es detectar esa actitud y poder modificarla. ¿Quién no se ha comido el marshmallow alguna vez? Yo, desde luego, muchas! 😀 Por aquí me tienes cuando termines ese libro, Made. Un abrazo!
Genial post! Me ha encantado. Este efecto lo podemos aplicar a cualquier ámbito de nuestra vida.
Como dice Domingo el ansia por alcanzar el resultado nos aleja del medio y largo plazo.
Dejamos atrás el foco de lo que verdaderamente queremos.
Así es, Beatriz… como ya se va viendo, intento que mi estilo al escribir post tengan un alcance que vaya algo más allá de lo meramente literario 🙂 Creo que la literatura es un estilo de vida y que escribir es solo la parte visible y la culminación de esa manera de vivir. Por eso quiero siempre interrelacionar escritura y vida. Muchas gracias por pasarte y comentar, un placer tenerte por aquí. Y ya sabes que esta es tu casa! Un abrazo…
Si, muy interesante y con carácter de reflexión. Gracias Alejandro.
Gracias también a ti por comentar, Alberto. Un saludo!
Grande Alejandro. Pero creo que la diferencia entre publicar y comerse un marshmallow radica en que en la prueba de las golosinas te avisan. En la publicación yo diría que es incluso necesario darte de bruces contra la cruda realidad. Yo estoy en mi cuarto libro. En cada uno de los tres anteriores lo he hecho de forma distinta, y sigo llevándome decepción tras decepción. Por supuesto, lo mejor es no dejar de escribir porque cada vez escribiré mejor, me corregiré mejor, conoceré más el mundillo editorial, y quién sabe si algún día pueda dar la campanada. Un fuerte abrazo!!
jejeje, cierto, Gerard, cierto. Algunas veces es también necesario estrellarse, caer para aprender de los errores y perfeccionar los métodos. Pero hombre… no hace falta aprender solo a base de tortas! 😀 Insistir tampoco quiere decir que siempre tengamos que llevarnos disgustos, hay otras maneras de avanzar sin caerse. Por ejemplo, contando con un guía 😉 Gracias por contar conmigo, fiera! Hablamos pronto, un abrazo y muchas gracias también por comentar y compartir!
Muy muy grande Alejandro. Según leía el post iba pensando en todos los canales comunicantes que existen con enviar un CV(ya sabes mi especialidad). El tempo lo es todo. Muchas veces optamos por el corto plazo pensando que es lo mejor… Sin ni siquiera valorar el medio y largo plazo. Ya sabes, cazar contra sembrar.
Como siempre aprendiendo cosas nuevas. Enhorabuena maestro 😉
Gracias por comentar, Domingo! En efecto, lo bueno de esta fábula es que se puede extrapolar a muchas áreas de la vida y de lo profesional. Es fácil en el día a día y con la ansiedad por destacar, perder de vista los objetivos a largo plazo. Me alegro de que te haya gsutado el post 🙂 Un abrazo!
Muy interesante,amo todo lo positivo lo que me ayude a crecer y a superarme siempre,no soy escritora pero es bueno saber estos detalles,por si acaso,muchas gracias.
Gracias por pasarte y por tu comentario, María 🙂 Un cordial saludo.
ME GUSTA. BUENAS LAS ADVERTENCIAS
Gracias, Emilio. Un saludo!
Definitivamente yo me comí el marshmallow. Y me sentó fatal. Dichosa golosina…
Gran post. Como todos.
Rosa, no lo digo en el post pero ya lo sabes: lo que no mata, engorda 😉 Todo es útil, llegará un momento que mirarás atrás y verás de qué te ha servido la experiencia y cómo le puedes sacar provecho. Gracias por comentar, un abrazo!